La masacre de Puerto Hurraco fue un asesinato masivo que ocurrió al atardecer del 26 de agosto de 1990 en el pueblo del mismo nombre, ubicado en la provincia de Badajoz, Extremadura, España. Murieron 9 personas y hubo 12 heridos.
Los hermanos Izquierdo, Antonio y Emilio, de 53 y 58 años respectivamente dispararon cartuchos, después de salir de un callejón hacia una plaza, sobre vecinos del pueblo que se apellidaban Cabanillas, en un acto de venganza porque ellos consideran que eran los culpables del incendio de una casa perteneciente a ellos, en el que murió la madre de los hermanos Izquierdo. Posteriormente el tiroteo derivaría contra quienes se cruzaran por la calle. Los disparos realizados eran de postas, lo que significa que cada cartucho de caza contiene nueve gruesos perdigones de plomo.
Los hermanos Izquierdo incluso llegaron a disparar contra una unidad de la Guardia Civil, que partieron de la casa cuartel de Monterrubio de la Serena, ya que fueron alertados por los vecinos. Los dos agentes de la Benemérita resultaron gravemente heridos en el interior de su vehículo, antes de poder dar el alto o tratar de defenderse con sus armas reglamentarias.
Tras la matanza, los hermanos Izquierdo huyeron a la sierra, y se entregaron sin oponer resistencia a las unidades de la Guardia Civil que les buscaban, 9 horas después del inicio de la tragedia. Fueron conducidos al juzgado de Castuera, lejos de Puerto Hurraco y de más que posibles ajustes de cuentas.
Habían dejado 9 muertos y en torno a una docena o quincena de heridos de diversa gravedad. Algunos acabaron tetrapléjicos en silla de ruedas el resto de su vida. Los hermanos Izquierdo creían que habían matado en torno a unas 20 personas.
En el juicio fueron condenados a 684 años de cárcel. "Su inteligencia", resaltó el juez magistrado, "está dentro de lo normal, hecho que queda corroborado porque eran capaces de manejar un rebaño de unas mil ovejas, tenían fincas arrendadas y tienen, con la crisis que atraviesa el campo, una cartilla de 10 millones de pesetas". Al principio se involucró a las hermanas Ángela y Lucía como posibles inductoras del crimen, pero dos años después las hermanas Izquierdo fueron exculpadas, al no encontrar el juez pruebas que demostrasen su implicación directa en los dramáticos sucesos de la noche del 26 de agosto de 1990, y fueron ingresadas en el hospital psiquiátrico de Mérida.
El 1 de febrero del 2005 muere en esta institución mental Luciana Izquierdo, considerada la verdadera inductora de los crímenes de Puerto Hurraco. Ángela falleció solamente 10 meses después de que lo hiciera su hermana Luciana.
El día 13 de diciembre de 2006 uno de los hermanos Izquierdo, Emilio, murió en la cárcel a los 72 años de edad. Emilio, que padecía problemas de corazón, murió por causas naturales y fue hallado sin vida en su celda por un funcionario. En el entierro, cuando acudió su hermano Antonio, este dijo delante de su tumba: "Hermano, te vas con la satisfacción de que tu madre ha sido vengada".
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