sábado, 20 de junio de 2009

CAIDA DE YUGOSLAVIA

Yugoslavia (Estados Eslavos del Sur) nace en 1929 tras la restauración de la monarquía en la figura de Alejandro I. Ese año Alejandro I suspende la constitución de 1921, disuelve el parlamento, cambia el nombre del país por el de Yugoslavia, e implanta una dictadura absolutista, que se inclina hacia el fascismo en 1934.

A Alejandro I le sucede Pedro II (1934-1941) que jura una nueva constitución pero sólo dura hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Durante la segunda guerra mundial los Balcanes son invadidos por los nazis, que transforman los Estados en gobiernos de ocupación. La resistencia durante la contienda se hace por medio de guerra de guerrillas, dominadas por los comunistas, que alcanzan un gran prestigio, y adelantan sus posiciones en la sociedad. Esta zona será liberada por el Ejército Rojo, excepto Yugoslavia, y caerá bajo la órbita de la Unión Soviética.

Tras la caída del muro de Berlín el régimen comunista yugoslavo es el último en caer. El régimen se mantenía precariamente desde la muerte de Tito en 1980. Tras la caída del muro de Berlín Yugoslavia hace una nueva constitución, en 1989, en la que se intenta dar oportunidad de gobernar a todas las nacionalidades, pero que da supremacía a Serbia. En 1990 le toca el turno a un primer ministro croata, pero los serbios no quieren pasar ese poder y convocan unas elecciones para finales de 1990. Estas elecciones serán dominadas por los partidos nacionalistas independentistas. Se observa un peligro, real, de desintegración.

El primer territorio en proclamar la independencia es Eslovenia, que celebra su referéndum el 23 de diciembre de 1990. Proclama su independencia el 25 de junio de 1991 y entra en guerra con el gobierno central, una guerra que dura 10 días. Yugoslavia tiene que atender otros problemas.

Antes de las elecciones en Yugoslavia Croacia forma un gobierno provisional no comunista, nacionalista de derecha, y se declara independiente. En Croacia el gobierno nacionalista está dominado por Franjo Tudjman. En Serbia las elecciones las gana el Partido Comunista, con Slobodan Milosevic en el poder. Las fronteras que se establecen, entre Croacia y Serbia dejan a muchos serbios bajo dominio croata, y se despiertan los fantasmas de los fascistas de la segunda guerra mundial.

En los últimos meses de 1990 y los primeros de 1991 se hacen las elecciones por la independencia en Croacia y Eslovenia. En 1991 estalla la guerra civil entre serbios y croatas por el control de los territorios de mayoría serbia. Al tiempo en Maceconia se convoca un referéndum por la independencia. En octubre la Macedonia yugoslava declaró su independencia con el nombre de República de Macedonia, aunque tuvo problemas con Grecia por su denominación.

En 1992 el proceso se repite en Bosnia-Herzegovina, y también aquí estalla la guerra civil, pero entre tres facciones enfrentadas: los serbios, los croatas y los musulmanes. Es una guerra compleja y cruel, una guerra civil total y particularmente sangrienta, en la que los elementos étnicos y religiosos tienen un papel determinante.

El territorio se dividió entre cuatro países: Eslovenia, cuya guerra duró poco al estar en medio los croatas, Croacia, Bosnia y Yugoslavia, con los territorios de Serbia y Montenegro y el Kosovo. La guerra civil terminó en 1995.

Con el fin de la guerra Kosovo pierde autonomía política. Kosovo es la región de origen mítica de los serbios pero en la actualidad la mayoría es de origen albanés, con una lengua diferente y deseos de autogobierno. La población kosovar se defiende de la policía serbia por medio de grupos guerrilleros. El 24 de marzo de 1999 la OTAN entró en guerra contra Serbia con el fin de terminar la represión serbia en Kosovo. Una guerra que durará poco más de un mes. El jueves 14 de octubre del 2000 una insurrección popular y pacífica desaloja del poder del Estado a Milósevic dando por terminada la época de las guerras civiles en Yugoslavia. En el año 2001 la situación de guerra se traslada a Macedonia, que presenta un situación de guerra civil no declarada.

El 15 de marzo de 2002 Yugoslavia desapareció y pasó a llamarse, oficialmente, Serbia y Montenegro.

El 21 de mayo de 2006 Montenegro votó en un referéndum para decidir sobre la separación definitiva de Serbia; alrededor de un 55% de la población votó a favor de la independencia conformándose así un nuevo estado y acabando definitivamente los últimos vestigios de Yugoslavia. El 3 de junio del 2006 proclama su independencia Montenegro, esta vez pacíficamente.

El 17 de febrero de 2008 el Parlamento de Kosovo declara de forma unilateral la independencia de Serbia, apoyado por Estados Unidos y gran cantidad de los países de la Unión Europea.

LA PENA DE MUERTE

La ejecución de criminales y disidentes políticos ha sido empleada por casi todas las sociedades en un momento u otro de su historia, tanto para castigar el crimen como para suprimir la disensión política. Actualmente el uso de la pena de muerte ha sido abolido en casi todos los países europeos (excepto Bielorrusia), y la mayoría de los correspondientes a Oceanía (como Australia, Nueva Zelanda y Timor Oriental). En América, Canadá y la mayoría de países latinoamericanos han abolido completamente la pena de muerte, mientras que los Estados Unidos de América, Guatemala y la mayoría de los estados del Caribe la mantienen en vigor, y Brasil la contempla como castigo en situaciones excepcionales, como por ejemplo para castigar la traición cometida en tiempo de guerra. En Asia la pena de muerte está permitida en democracias como Japón e India. En África, se aplica aún la pena de muerte en democracias como Botswana y Zambia.

En muchos países donde aún se aplica la pena de muerte, se la reserva como castigo para crímenes de asesinato, espionaje, traición, o como parte del Derecho militar. En algunos países se aplica también para castigar delitos sexuales, siendo considerados como tales el adulterio o la sodomía. También se castiga con pena de muerte en otros países la apostasía, la renuncia formal a la propia religión. En muchas naciones «retencionistas» (es decir, países que aún aplican la pena de muerte), el narcotráfico es también susceptible de ser castigado con la pena de muerte. En China, el tráfico de personas y los casos graves de corrupción política son castigados con la pena de muerte. En algunos países la pena de muerte se utiliza por motivos políticos, con la máxima difusión posible, como «escarmiento» de masas: en 2007 en Corea del Norte el director de una empresa fue ejecutado públicamente en un estadio deportivo, ante 150.000 personas[

como castigo por haber realizado llamadas telefónicas al extranjero.

En las fuerzas armadas de todo el mundo, las cortes marciales y consejos de guerra han aplicado la pena capital en delitos de cobardía, deserción, insubordinación y motín.

El tema de la pena de muerte es muy controvertido. Los partidarios de la misma argumentan que su aplicación reduce el delito, previene su repetición y es una forma de castigo adecuada para el asesinato. Los detractores argumentan que no reduce el crimen en mayor medida que la cadena perpetua, resulta una violación de los derechos humanos, conduce a ejecuciones de algunos inocentes y supone una discriminación de hecho contra las minorías y los pobres que puedan no tener recursos suficientes en el sistema legal.

Según el informe anual de ejecuciones judiciales de Amnistía Internacional, en el año 2003 fueron ejecutadas al menos 1.146 personas en 28 países. El 84% de las muertes documentadas ocurrieron en cuatro países: la República Popular China llevó a cabo 726 ejecuciones, Irán mató a 108 personas, Estados Unidos a 65 y Vietnam a 64. La última nación en abolir la pena de muerte para todos los crímenes ha sido Albania, a principios del 2007.

El uso de la ejecución formal como castigo se remonta prácticamente a los principios mismos de la historia escrita. Muchos registros históricos, así como prácticas tribales primitivas, indican que la pena de muerte ha sido parte de los sistemas judiciales desde el principio de la existencia de los mismos; los castigos comunitarios incluían generalmente compensación por parte del infractor, castigo corporal, repudio, exilio y ejecución. Sin embargo, en comunidades pequeñas los crímenes suelen ser raros, y el asesinato resulta ser casi siempre un crimen pasional. Por esa razón las ejecuciones y el exilio solían ser castigos muy infrecuentes. Usualmente se solía emplear la compensación o el repudio.

Sin embargo, estas no son respuestas eficaces cuando el crimen es cometido por individuos ajenos a la comunidad. En consecuencia, todo crimen, por pequeño que fuera, tendía a ser considerado como un ataque a toda la comunidad si era cometido por un extranjero, y era castigado con severidad. Los métodos variaban, desde palizas hasta esclavitud o ejecución. Sin embargo, la respuesta a crímenes cometidos por tribus o comunidades vecinas incluían disculpas formales, compensaciones o incluso vendettas.

Cuando no existe un sistema de arbitraje entre familias o tribus, o, existiendo, dicho sistema falla, se producen disputas familiares o «vendettas». Esa forma primitiva de justicia era común antes de la aparición de los sistemas de arbitraje basados en Estados o en la religión organizada. Podía desembocarse en su uso por crímenes, disputas de tierra o la aplicación de códigos de honor: «Los actos de venganza resaltan la habilidad del colectivo social de defenderse a sí mismo, y demuestran a sus enemigos (así como a los aliados potenciales) que los daños a las propiedades, derechos o personas miembros de dicho colectivo no quedarán impunes».[

Sin embargo, en la práctica suele ser difícil distinguir entre una guerra de venganza, pensada como castigo por una ofensa, y una de conquista.

Las formas más elaboradas de arbitraje de discusiones incluían condiciones y tratados de paz hechos con frecuencia dentro de un contexto religioso, con un mecanismo de compensación también de base religiosa. Se basaba la compensación en el principio de «sustitución», que podía incluir compensaciones materiales (en ganado o esclavos), intercambio de novias o novios, o pago de la deuda de sangre. Las normas de cada tribu o sociedad podían permitir que se pagara la sangre humana derramada con sangre animal, que se compensara con dinero de sangre, o en algunos casos, exigir el pago mediante el ofrecimiento de un ser humano para su ejecución. La persona ofrecida no tenía porqué ser el perpetrador original del crimen, ya que el sistema se basaba en las tribus, no en los individuos. Las disputas de sangre podían ser resueltas en reuniones periódicas, como en los Things vikingos. A pesar de su origen primitivo, los sistemas basados en disputas de sangre pueden sobrevivir de forma paralela a otros sistemas legales más modernos, o ser incluso aceptados en juicios (por ejemplo el caso de los juicios por combate). Una de las formas modernas más refinadas de la disputa de sangre es el duelo.

En ciertas partes del mundo emergieron naciones con la forma de repúblicas, monarquías u oligarquías tribales. Estas naciones solían unirse mediante lazos comunes lingüísticos, religiosos o familiares. La expansión de este tipo de naciones solía darse por conquista de tribus o naciones vecinas. En consecuencia, emergieron varias clases de realeza, nobleza, ciudadanía y esclavitud, por lo que los sistemas de arbitraje tribal tuvieron que modernizarse para formar un sistema de justicia que formalizara la relación entre las distintas «clases» dentro de la misma sociedad, en lugar de entre distintas «tribus» relativamente independientes. El primer y más famoso sistema de justicia conocido para este nuevo tipo de justicia es el Código de Hammurabi, que establecía penas y compensaciones de acuerdo con las distintas clases o grupos sociales de las víctimas y los infractores.

La Torá (ley judía), también conocida como el Pentateuco (el conjunto de los cinco primeros libros del Antiguo Testamento cristiano), establece la pena de muerte para el homicidio, el secuestro, la magia, la violación del shabat, la blasfemia y una amplia gama de crímenes sexuales, aunque la evidencia sugiere que las ejecuciones en realidad eran raras.[
Tenemos otro ejemplo en la Antigua Grecia, en la que el sistema legal ateniense fue escrito por primera vez por Dracón hacia el 621 a. C.; en él, se aplicaba la pena de muerte como castigo por una lista bastante extensa de delitos (de ahí el uso moderno de «draconiano» para referirse a un conjunto de medidas especialmente duro). De manera similar, en la Europa medieval, antes del desarrollo de los modernos sistemas de prisiones, la pena de muerte se empleaba de manera generalizada. Por ejemplo, en los años 1700 en el Reino Unido había 222 crímenes castigados con la pena capital, incluyendo algunos como cortar un árbol o robar un animal. Sin embargo, casi invariablemente las sentencias de muerte por crímenes contra la propiedad eran conmutadas a penas de traslado a una colonia penal, o algún otro lugar donde el recluso debía trabajar en condiciones muy cercanas a la esclavitud

A pesar de lo extendido de su uso, no eran extrañas las proclamas a favor de su reforma. En el siglo XII, el académico sefardí Maimonides escribió: «Es mejor y más satisfactorio liberar a un millar de culpables que sentenciar a muerte a un solo inocente».

Maimónides argumentaba que ejecutar a un criminal basándose en cualquier cosa menos firme que una certeza absoluta llevaba a una pendiente resbaladiza de onus probandi decreciente, hasta que al final se estaría condenando a muerte «de acuerdo con el capricho del juez». Su preocupación era el mantenimiento del respeto popular por la ley, y bajo ese punto de vista, creía que eran mucho más dañinos los errores por comisión que los errores por omisión.

Los últimos siglos han sido testigos de la aparición de las modernas naciones-estado, que traen consigo el concepto fundamental e ineludible de «ciudadano». Eso ha provocado que la justicia se asocie cada vez más con la igualdad y la universalidad (la justicia se aplica a todos por igual), lo que en Europa supuso la emergencia del concepto de derecho natural. Otro aspecto importante es la emergencia de las fuerzas de policía e instituciones penitenciarias permanentes. En este contexto, la pena de muerte se ha ido convirtiendo en un factor disuasorio cada vez menos necesario para la prevención de delitos menores como el robo.

El siglo XX ha sido uno de los más sangrientos de la historia de la humanidad. Las guerras entre naciones-estado han supuesto la muerte de millones de personas, una gran parte de las cuales fallecieron a consecuencia de ejecuciones masivas, tanto de combatientes enemigos prisioneros como de civiles. Además, las organizaciones militares modernas han empleado la pena capital como médio para mantener la disciplina militar. En el pasado, la cobardía, la ausencia sin permiso, la deserción, la insubordinación y el pillaje eran crímenes que en tiempo de guerra solían castigarse con la muerte. El fusilamiento se convirtió en el principal método de ejecución en el ámbito militar desde la aparición de las armas de fuego. Así mismo, varios estados autoritarios: por ejemplo, varios con regímenes fascistas o comunistas: han usado la pena de muerte como un potente método de opresión política. En parte como reacción a este tipo de castigo excesivo, las organizaciones civiles han empezado durante este siglo a poner un énfasis creciente en el concepto de los derechos humanos y la abolición de la pena de muerte.

Por lo menos desde la Segunda Guerra Mundial existe una tendencia clara a nivel mundial hacia la abolición de la pena de muerte. En 1977, 16 países eran abolicionistas de facto, cantidad que asciende en el 2007 a 128: 89 países han abolido la pena capital para todos los crímenes, 10 para todos excepto bajo circunstancias especiales (generalmente en estado de guerra), y otros 29 hace más de 10 años que no la aplican. 69 países aún contemplan la pena de muerte dentro de su legislación; varios de ellos permiten su aplicación a menores de 18 años (en el 2006 Irán ejecutó a 4 menores, y Pakistán a uno).

La República Popular China realizó más de 3.400 ejecuciones en el 2004, más del 90% del total mundial. Aunque en algunos casos se emplea un pelotón de ejecución, China ha decidido recientemente que todas las ejecuciones se realicen mediante inyección letal, generalmente efectuadas empleando furgonetas de ejecución de la marca Iveco.
Iran realizó 159 ejecuciones en el 2004.En los Estados Unidos de América, Texas es el estado que más ejecuciones realiza, con 370 entre 1976 y 2006. Singapur es el país con más ejecuciones per cápita del mundo, con 70 ahorcamientos para una población de cerca de 4 millones, y tiene, junto con Japón, la menor tasa de asesinatos.[El uso de la pena de muerte está cada vez más restringido en los países retencionistas. Japón, Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Estados Unidos son las únicas naciones completamente desarrolladas que mantienen la pena de muerte. Esta era mayoritariamente aplicada en países pobres y/o con gobiernos autoritarios, que la empleaban como herramienta de opresión política. Durante los años 1980, la democratización de América Latina supuso un gran incremento en la cantidad de países abolicionistas, seguida muy pronto por la caída del comunismo en Europa central y Europa del Este, cuyos integrantes inmediatamente aspiraron a integrarse en la Unión Europea. En estos países el apoyo popular a la pena de muerte varía, pero se mantiene en descenso. Tanto la Unión Europea como el Consejo de Europa exigen de manera estricta a los estados miembros que prohíban expresamente la pena de muerte, con excepción del Protocolo 6 de la Convención para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, que aún autoriza el uso de la pena capital dentro de la Unión para crímenes ocurridos en tiempos de guerra.

Hay que notar que el único miembro que aún se acoge a esa excepción es Bielorrusia: esa es la razón de que dicho país esté aún excluido del Consejo de Europa. Por otro lado, la rápida industrialización en Asia ha incrementado la cantidad de estados desarrollados retencionistas. En dichos países, la pena de muerte cuenta con un amplio apoyo popular, y recibe poca o ninguna atención por parte del gobierno y los medios. Curiosamente, algunos países africanos y de Oriente Medio en los que el apoyo a la pena de muerte es bajo han seguido la misma tendencia de ignorar el tema.

Algunos países han reanudado la práctica de la pena capital tras haber suspendido las ejecuciones durante largos periodos. Los casos más notables son los de Estados Unidos, que suspendió las ejecuciones en 1973 pero volvió a iniciarlas en 1977; la India, donde no hubo ninguna ejecución entre 1995 y 2004; y Sri Lanka, que recientemente ha declarado el fin de su moratoria sobre la pena de muerte, pero que aún no ha realizado ninguna ejecución. En las Filipinas se reintrodujo la pena capital en 1993 tras su abolición en 1987, pero volvió a ser abolida en 2006.

Opinión pública

El nivel de apoyo a la pena de muerte varia mucho en cada país. En las democracias tanto abolicionistas como retencionistas, el punto de vista del gobierno suele tener un amplio apoyo popular y recibe poca atención de la clase política o los medios de comunicación. En algunos países abolicionistas, la mayoría de la población apoya o ha apoyado la pena de muerte, y la abolición fue adoptada a consecuencia de cambios políticos, como el paso de un régimen autoritario a otro democrático. También influyó en los países del este de Europa el hecho de que la abolición se convirtiera en condición necesaria para poder integrarse en la Comunidad Europea. Estados Unidos es una notable excepción: algunos estados han prohibido la pena de muerte desde hace décadas (el primero en abolirla fue Míchigan en 1846), mientras otros aún la practican; la pena capital es hoy día un tema polémico de discusión en todo el país. Sin embargo, en otros países es raro que se prohíba la aplicación de la pena de muerte a consecuencia de una discusión pública activa de sus méritos y consecuencias.

En los países abolicionistas a veces se reactiva el debate sobre la pena de muerte como reacción por algún asesinato especialmente brutal, aunque pocos países la han readmitido después de abolirla. Sin embargo, incrementos súbitos en la cantidad de crímenes violentos, como asesinatos o ataques terroristas, ha empujado a algunos países, como Sri Lanka o Jamaica, a poner fin a sus moratorias sobre la pena capital. En los países retencionistas, el debate sobre la conveniencia de la pena de muerte suele ser reactivado cada vez que sale a la luz un caso de error en su aplicación, aunque este tipo de hechos suelen promover modificaciones en el sistema legal para mejorar su aplicación, más que movimientos hacia la prohibición de su uso.

Una encuesta internacional del Grupo Gallup del año 2000 aseguraba que «El apoyo a la pena de muerte a nivel mundial se encuentra en un 52%». El desglose del porcentaje de apoyo y repudio a la pena de muerte por continentes es: a nivel mundial, 52%/39%, América del Norte 66%/27%,[

Asia 63%/21%, Europa Central y del Este 60%/29%, Africa 54%/43%, América Latina 37%/55%, Europa Occidental 34%/60%.

En Estados Unidos, las encuestas suelen mostrar un apoyo mayoritario a la pena capital. Una encuesta hecha por ABC News en julio del 2006 mostraba un apoyo de un 65% a favor de la pena de muerte, de manera coherente con otros resultados del año 2000.
De acuerdo con otra encuesta del Grupo Gallup de mayo del 2006, la mitad del público norteamericano opina que la pena de muerte no se aplica con suficiente frecuencia, y el 60% considera que se aplica de manera justa.Sin embargo, las encuestas muestran también que el público está más dividido cuando se le pide elegir entre la pena capital y la cadena perpetua, o cuando deben opinar sobre delincuentes juveniles.Aproximadamente 6 de cada 10 norteamericanos opinan que la pena de muerte no tiene un efecto disuasorio en los casos de asesinato, y la mayoría opina que por lo menos un inocente ha sido ejecutado en los últimos cinco añosUna encuesta reciente en la web de Al-Yazira concluye que el 52, 7% de los encuestados estaba a favor de la prohibición de la pena de muerte, un 39, 3% en contra de su prohibición, y un 8% se mostraba indeciso

LA MUERTE

A lo largo de su historia, la humanidad ha manifestado una constante y universal preocupación con respecto a la muerte. Los ritos y costumbres funerarios son algo exclusivo de nuestra especie; estas practicas están estrechamente vinculadas con las creencias religiosas sobre la naturaleza de la muerte y la existencia de una vida posterior, cumplen una función social importante y están revestidas de simbolismo, el estudio del tratamiento que cada pueblo le da a sus muertos nos permite comprender mejor su forma de vivir, sus valores y su pensamiento.

Las primeras practicas funerarias de las que se tienen evidencias provienen del grupo de homo sapiens. El hombre e Neardental pintaba a sus muertos con ocre rojo y los adornaba con objetos religiosos o amuletos, a veces al fallecido se le ataban los pies.

La creencia de la religión egipcia era la idea de una vida posterior a la muerte, consistía en la separación de los elementos materiales y espirituales del cuerpo, pero simultáneamente suponían que el alma necesitaba de la conservación del cadáver para sobrevivir. Suntuosos y complicados ritos aseguraban la vida de ultratumba, relacionada con la leyenda de Osiris. En el imperio antiguo, el complicado ceremonial fúnebre estaba reservado en un principio al faraón, incluía la momificación del cadáver y se depositaban en tumbas monumentales, luego este privilegio se extendió a otras personas. Las tumbas jugaban un papel de primer orden en el antiguo Egipto.

Entre los Mayas se diferenciaba el enterramiento según la clase social del muerto: la gente ordina- ria se enterraba bajo el piso de la casa, a los nobles se los incineraba y sobre sus tumbas se construían templos funerarios. Los Aztecas creían en la existencia del paraíso y del infierno, y preparaban a sus muertos para luchar a lo largo de un camino lleno de obstáculos al final del cual los esperaba el señor de los muertos, que decidía sus destinos; para ellos eran creados simulacros de guerras llamadas guerras floridas.

Por otra parte en el norte de Europa, los antiguos hombres de esas tierras tenían una creencia profunda en la inmortalidad del alma, creían que había una recompensa más allá de la tumba.

La vida del difunto estaba considerada como una continuación de nuestra existencia terrestre; esto lo prueba la costumbre d proporcionar a los muertos la mejor parte e su propiedad y los objetos de primera necesidad. Se colocaba una moneda bajo la lengua del muerto con el fin de que pudiera asumir sus primeros gastos durante su viaje a la última morada; naturalmente, el muerto acudía a Odin o a Hel. Se dice que los que morían en el campo de batalla iban a Odin, mientras los que morían de enfermedad o vejez iban a Hel.

Los fervientes partidarios de la fe de los Asios llegaron a considerar a la muerte por las armas como de buena suerte debido a que era invitado por el dios supremo a sostener la última batalla.

Algunos antropólogos han observado que, a pesar de la gran variación de las practicas funerarias, hay elementos simbólicos que son constantes. Uno de estos simbolismos es el color: si bien la asociación del color negro con la muerte no es universal, el uso de ropa negra esta muy difundido. Otro elemento es el pelo de los familiares: en algunos casos rapados, en otros desordenados es señal de tristeza. Un tercer elemento es el ruido: golpes de tambor, tañido de campanas, cañonazos; también esta la realización de practicas rituales fijas durante la procesión con el cadáver.

Algunos de los ritos realizados con el cadáver tienen frecuentemente por objeto individualizar la causa de la muerte. Así, por ejemplo en el sudeste de Australia se ha observado que, en el fallecimiento de una persona, el cuerpo del difunto era sometido por dos hombres mientras un tercero le golpeaba suavemente con unas ramas verdes pronunciando distintos nombres.

En realidad se esperaba que al pronunciar al del causante de la muerte, quizás por la violencia o mediante ritos mágicos, el cadáver y sus portadores experimenten una sacudida por lo que podría ser castigado el culpable. Pero si los causantes son los espíritus malignos, nada se podrá hacer.

En la India poseen diversas costumbres, también, en otros pueblos distantes: sacar al difunto por un orificio de la pared y no por la puerta de la casa, borrando después toda huella de la salida; hacer el camino de vuelta desde el cementerio por distinto lugar o en distinto orden del que se uso durante la procesión de ida. Las explicaciones de estos ritos son variadas: por una parte pueden manifestar el deseo de que el difunto no pueda regresar a su antigua morada; o quizá intenten engañar a los demonios o espíritus malignos, los cuales se piensa están listos a la puerta para arrojarse sobre el difunto en cuanto salga de los umbrales de la casa; o simplemente, se trata de evitar que se escape con el cadáver la felicidad de la casa.

En ciertas islas de Melanesia los parientes duermen pegados al difunto o personas que son contratadas para llorar, también lo abrazan y lo besan continuamente.

Cuando en un grupo humano se hace presente la muerte, este reacciona según los hábitos ancestrales, en general, fijados de antemano.

La muerte, por mucho que se espere, es siempre una sorpresa, por lo que en todas las culturas y todas las épocas se han desarrollado tipos de actuación frente a esta eventualidad: son los usos funerarios y el duelo.

Todas las actuaciones son de difícil interpretación, y responden, en general, tanto a determinadas creencias como a la necesidad vital de manifestar el afecto que se tiene al difunto, sin olvidar el temor respetuoso ante la realidad inevitable de la muerte. La interpretación de estos ritos no debe hacerse, por lo tanto, de manera ligera, si no se quiere caer en el ridículo que refleja esta anécdota: "un australiano pregunta, burlonamente, a un chino, que estaba colocando un tazón de arroz junto al cadáver de su hermano, si creía que el difunto iba a venir a comerlo; el chino respondió que no, pero a su vez preguntó si los cristianos creían que sus difuntos pueden ver y oler las flores que los familiares les colocan en sus tumbas".
Interpretaciones de la muerte

La muerte es una parte inevitable del proceso vital, tan natural como nacer o crecer, aunque resulta mucho más difícil de afrontar. Cada persona adopta actitudes diferentes ante ella, que pueden ir desde la negación o la evitación de reflexionar sobre un hecho incuestionable, hasta la aceptación existencial. La postura individual del paciente (y de la familia) ante la idea de la muerte, fruto de sus experiencias, sus creencias religiosas y su situación concreta, influirá decisivamente en la forma de afrontar este proceso.

Las siguientes son las distintas interpretaciones del fenómeno de la muerte que ha hecho el hombre a lo largo de su historia:

Separación irreversible del cuerpo del alma: es la concepción filosófica-religiosa, sus orígenes se atribuyen a Platón. En el terreno medico su aplicación es imposible.

Cese irreversible del metabolismo de todas las células del cuerpo: la muerte es entendida en términos biológicos, se iguala la muerte del hombre con la muerte de las células del organismo. El principal criterio diagnostico sería la putrefacción del cuerpo.

Perdida irreversible del flujo de los fluidos vitales en el organismo: los criterios tradicionales se han basado en este concepto. Pero sin duda existe una gran diferencia entre afirmar que el cese de circulación de sangre oxigenada conduce a la muerte y que la muerte consiste solamente en eso. Esta definición establece las funciones del miocardio y de los pulmones como centro de la vida humana. En la actualidad, estas funciones pueden ser reemplazadas por aparatos mecánicos de soporte vital.

Perdida irreversible de la capacidad de interacción social: esta definición se basa en que la característica específica del hombre es su capacidad de raciocinio, el ser humano que pierde totalmente las funciones mentales, incluyendo la conciencia, debería considerarse muerto. Las objeciones que pueden hacerse a este concepto son que toma solo la parte mental para definir la muerte, y no la totalidad de mente y cuerpo; y que nuevos contingentes de seres humanos con funciones mentales alteradas, como por ejemplo, los autistas y dementes, deberían considerarse como muertos.

Perdida irreversible de la capacidad para la integración corporal: parte del principio de que cuando un ser humano a cesado de funcionar como una unidad integrada se ha perdido la característica especifica de la vida humana y la persona ha muerto. El hecho de que ciertos órganos sean capaces de seguir funcionando y sea en el cuerpo mismo, o en una solución de nutrientes, o en el cuerpo de otra persona, es un problema distinto. No es la totalidad del ser humano lo que sigue viviendo, sino parte aisladas que antes formaban una unidad.
Organización social de la muerte

Los análisis sociológicos que estudia la organización social hospitalaria tratan de la muerte solo en forma casual y presentan muy poca atención al modo en que los médicos organizan el cuidado del paciente desahuciado. Este estudio trata de aportar tal información, basados sobre observaciones de campo en dos hospitales de EE.UU.: una gran institución urbana de ciudad y un hospital general privado(llamaremos "county" al primero; y "cohen" al segundo)

El autor analizó la composición social de los pacientes, haciendo el rol de observador no participante.

En el "county" es un establecimiento al que acuden las clases más bajas, mientras que en el "cohen" es casi exclusivamente para las clases medias. En "county" la mayoría de las muertes ocurren como consecuencia de accidentes, suicidios y otros casos que no incluían el previo periodo de hospitalización.

En el "county" el estudio de campo duró nueve meses y en el "cohen" cinco meses. Lo que se pudo observar fue las variaciones que pueden encontrarse con respecto al tratamiento de la muerte en dos hospitales diferentes. Estas diferencias eran bastantes notables: cada médico se atiende a la clase de educación especializada que ha recibido, por eso, no solo encontramos variaciones no solo en temas generales como la filosofía médica, sino también en los detalles que conforman los procedimientos técnicos utilizados. Hay variaciones, por ejemplo en el empleo de diferentes tipos de anestésicos, técnicas quirúrgicas y e siguen distintos procedimientos en las reuniones de diagnostico y toma de decisiones.

Desde una perspectiva teórica y metodológica la categoría que integra la vida del hospital, por ejemplo: vida; enfermedad; paciente; moribundo; la muerte; etc... se consideran como constituidos por las practicas del personal (en cuanto este queda implicado en sus interacciones rutinarias dentro de un medio organizado).

La intención del autor fue desarrollar definiciones acerca de estos fenómenos basados sobre las acciones que implican su reconocimiento, tratamiento y consecuencia. Muerte y morir constituyen dentro de esta perspectiva, la serie de practicas ejecutadas por el equipo, cuando este emplea esos términos en el curso de su trabajo diario en las salas del hospital. Tales practicas incluyen los modos de revisar el cadáver, de administrar o dar de alta a un paciente, los tipos de consideraciones seguidas de opiniones del médico examinador y su equipo de decisión y administración.

El verdadero reconocimiento y denominación de los acontecimientos biológicamente ubicados como "muerte" ocurren bajo la forma de actividades sociales, lo que quiere decir es que una separación de los componentes sociales y biológicos de estos fenómenos es difícil de lograr con claridad.

PUERTO HURRACO

La masacre de Puerto Hurraco fue un asesinato masivo que ocurrió al atardecer del 26 de agosto de 1990 en el pueblo del mismo nombre, ubicado en la provincia de Badajoz, Extremadura, España. Murieron 9 personas y hubo 12 heridos.

Los hermanos Izquierdo, Antonio y Emilio, de 53 y 58 años respectivamente dispararon cartuchos, después de salir de un callejón hacia una plaza, sobre vecinos del pueblo que se apellidaban Cabanillas, en un acto de venganza porque ellos consideran que eran los culpables del incendio de una casa perteneciente a ellos, en el que murió la madre de los hermanos Izquierdo. Posteriormente el tiroteo derivaría contra quienes se cruzaran por la calle. Los disparos realizados eran de postas, lo que significa que cada cartucho de caza contiene nueve gruesos perdigones de plomo.

Los hermanos Izquierdo incluso llegaron a disparar contra una unidad de la Guardia Civil, que partieron de la casa cuartel de Monterrubio de la Serena, ya que fueron alertados por los vecinos. Los dos agentes de la Benemérita resultaron gravemente heridos en el interior de su vehículo, antes de poder dar el alto o tratar de defenderse con sus armas reglamentarias.

Tras la matanza, los hermanos Izquierdo huyeron a la sierra, y se entregaron sin oponer resistencia a las unidades de la Guardia Civil que les buscaban, 9 horas después del inicio de la tragedia. Fueron conducidos al juzgado de Castuera, lejos de Puerto Hurraco y de más que posibles ajustes de cuentas.

Habían dejado 9 muertos y en torno a una docena o quincena de heridos de diversa gravedad. Algunos acabaron tetrapléjicos en silla de ruedas el resto de su vida. Los hermanos Izquierdo creían que habían matado en torno a unas 20 personas.

En el juicio fueron condenados a 684 años de cárcel. "Su inteligencia", resaltó el juez magistrado, "está dentro de lo normal, hecho que queda corroborado porque eran capaces de manejar un rebaño de unas mil ovejas, tenían fincas arrendadas y tienen, con la crisis que atraviesa el campo, una cartilla de 10 millones de pesetas". Al principio se involucró a las hermanas Ángela y Lucía como posibles inductoras del crimen, pero dos años después las hermanas Izquierdo fueron exculpadas, al no encontrar el juez pruebas que demostrasen su implicación directa en los dramáticos sucesos de la noche del 26 de agosto de 1990, y fueron ingresadas en el hospital psiquiátrico de Mérida.

El 1 de febrero del 2005 muere en esta institución mental Luciana Izquierdo, considerada la verdadera inductora de los crímenes de Puerto Hurraco. Ángela falleció solamente 10 meses después de que lo hiciera su hermana Luciana.

El día 13 de diciembre de 2006 uno de los hermanos Izquierdo, Emilio, murió en la cárcel a los 72 años de edad. Emilio, que padecía problemas de corazón, murió por causas naturales y fue hallado sin vida en su celda por un funcionario. En el entierro, cuando acudió su hermano Antonio, este dijo delante de su tumba: "Hermano, te vas con la satisfacción de que tu madre ha sido vengada".

ESCRITOR RUSO QUE DENUNCION LA SITUACION DE LOS PRESOS EN SIBERIA


Aleksandr Isáyevich Solzhenitsyn (en ruso, Алекса́ндр Иса́евич Солжени́цын) (Kislovodsk, Rusia, 11 de diciembre de 1918 — Moscú, Rusia, 3 de agosto de 2008) fue un escritor, historiador y Premio Nobel de Literatura ruso.

Hijo de un terrateniente cosaco muerto poco antes de que naciera y una maestra, pasó su infancia en Rostov del Don y estudió en la Universidad de esta ciudad matemáticas y física; ya entonces intentó publicar algunos trabajos.

Guerra Mundial y condenas
Se graduó en 1941 y empezó a servir ese mismo año en el ejército soviético hasta 1945 en el cuerpo de transportes primero y más tarde de oficial artillero. Participó en la mayor batalla de tanques de la historia (Batalla de Kursk) y fue detenido en febrero de 1945 en el frente de Prusia Oriental, cerca de Königsberg (hoy Kaliningrado) poco antes de que empezara la ofensiva final del Ejército soviético que acabaría en Berlín. Fue condenado a ocho años de trabajos forzados y a destierro perpetuo por opiniones antiestalinistas que había escrito a un amigo. Lo encerraron en la Lubyanka y los primeros años de su cautiverio los pasó en varios campos, hasta que gracias a sus conocimientos matemáticos fue a parar a un centro de investigación científica para presos políticos vigilado por la Seguridad del Estado; eso le inspiró su novela El primer círculo.
Primeras obras
En 1950 fue trasladado a un campo especial en la ciudad de Ekibastuz, en Kazajistán, donde se gestó Un día en la vida de Iván Denísovich. En 1962 Jruschov, empeñado en distanciarse poco a poco del Estalinismo, dio su venia para que apareciera en Nóvy Mir, revista de la nomeklatura literaria; el relato denuncia la vida de los condenados en el Gulag y se convirtió en un best seller: la gente hacía cola para adquirirlo y provocó un debate sobre el estalinismo más grande de lo tolerable, de forma que dos años después se impidió que obtuviera el Premio Lenin y luego fue prohibida, aunque se conseguía por samizdat y otras formas clandestinas de edición. El libro cuenta un "buen" día en la vida de un preso en un gulag. Pero en la década de los cincuenta el autor trabajaba de presidiario minero, albañil y forjador, y contrajo un tumor del que fue operado; el cáncer se le reprodujo y esa experiencia sirvió de material para su novela Pabellón del cáncer, que terminó en 1967. Un mes después de haber cumplido los ocho años de condena, Stalin había muerto, aunque las penas de Solzhenitsyn no habían acabado.
Destierro y publicación de sus obras

Aún tenía que cumplir el destierro «a perpetuidad», por lo que fue enviado a Kok Teren desde marzo de 1953 a 1956, lo que aprovechó para escribir en secreto mientras daba las clases en la escuela primaria. Liberado y rehabilitado en 1956, a Solzhenitsyn se le permitió vivir en Vladímir y Ryazán, en el centro de Rusia, donde pudo llevar una vida normal, dando clases de matemáticas y escribiendo sobre sus experiencias en la cárcel. Ese fue el material de su primera novela, Un día en la vida de Iván Denísovich (noviembre de 1962), que fue publicada gracias al deshielo provocado por la denuncia del Estalinismo realizada en el XX congreso del PCUS por Nikita Jruschov. Lo hizo el poeta Aleksándr Tvardovski en la revista literaria que dirigía, la más importante de su país, Novy Mir (Nuevo Mundo) y le procuró una gran popularidad en la URSS y fuera de ella. Pero la apertura duró poco y el autor se pasó los últimos años sesenta en un forcejeo constante para poner a salvo del KGB sus archivos y manuscritos, muchos de ellos difundidos por toda Rusia en samizdat, copias rudimentarias clandestinas. Un día en la vida de Iván Denísovich fue prohibida, y el original de El primer círculo, del que el autor había hecho varias versiones, fue confiscado, así como todos sus papeles.

Antes había publicado a duras penas Nunca cometemos errores (1963) y Por el bien de la causa (1964)
Persecución y Premio Nobel
En 1969 fue expulsado de la Unión de Escritores Soviéticos por denunciar que la censura oficial le había prohibido varios trabajos, pudiendo apenas publicar las novelas El primer círculo (1968), El pabellón del cáncer (1968-1969) y Agosto de 1914 (1971). El galardón del Premio Nobel de Literatura de 1970 acudió en su ayuda; declinó, sin embargo, ir a Estocolmo por temor a que las autoridades soviéticas no le permitieran regresar y, también, para ultimar su obra más conocida, el monumental Archipiélago Gulag.
El "Archipiélago Gulag"

La primera parte fue publicada en diciembre de 1973 en París, después de que una copia del manuscrito se perdiera al caer en manos del KGB en la URSS y su portadora, secretaria del autor, se suicidara tras haber sido torturada. «Con el corazón oprimido -explicó en la primera página-, durante años me abstuve de publicar este libro, ya terminado. El deber para los que aún vivían podía más que el deber para con los muertos. Pero ahora, cuando pese a todo, ha caído en manos de la Seguridad del Estado, no me queda más remedio que publicarlo inmediatamente».

Para escribir esta obra Solzhenitsyn había entrevistado a 227 supervivientes de los campos de trabajo soviéticos o gulags, cuyas identidades protegió con celo. Mezcla hechos históricos y autobiográficos con testimonios personales ajenos y la obra desencadenó un vendaval de ataques al autor en la prensa y los medios soviéticos. Fue detenido y acusado de traición el 12 de febrero de 1974 y al día siguiente se lo expulsó de la URSS y marchó al exilio. Fue deportado a Alemania Oriental (ahora parte de la República Federal de Alemania) y privado de la ciudadanía soviética.

Archipiélago Gulag es un análisis extremadamente documentado del sistema de prisiones soviético, del terrorismo y de la policía secreta. Con un estilo suelto, alejado de solemnidades melodramáticas y un leve toque irónico que aliviaba la tensión lectora en un laberinto de continuas tragedias, se enumeraban las atrocidades de un Estado enfrentado demencialmente a su propio pueblo casi desde sus inicios. En uno de los momentos de mayor esplendor del gulag, hacia 1936, había unos cinco millones de prisioneros que componían lo que Franz Kafka hubiera llamado "la colonia penitenciaria". Un número que aumentó año tras año hasta la muerte de Stalin, en 1953. En total, entre 1928 y el fallecimiento del "Padre de los pueblos", entre 40 y 50 millones de personas fueron enviadas a cumplir condenas en lo que metafóricamente denominó Solzhenitsyn archipiélago de campos de trabajo repartidos por toda la URSS. Aproximadamente la mitad de ellas nunca regresaron.

Archipiélago Gulag se publicó primero en Francia (1973) y apareció poco después en otros idiomas. Archipiélago Gulag 2 y Archipiélago Gulag 3 fueron publicados en 1975 y 1978 respectivamente.

Exilio
Viajó a los Estados Unidos en 1975 para establecerse allí tras publicar la novela-documento Lenin en Zurich: capítulos, en una casa cerca de Cavendish (Vermont), con su esposa Natasha y sus tres hijos. Ahí se dedicó a escribir dos ensayos: El roble y el ternero, fundamental para entender el mecanismo interno de la vida literaria soviética, y El peligro mortal, en el que analiza los errores de la visión estadounidense sobre Rusia. Volvió a su patria a la caída del bloque soviético, recuperando oficialmente la ciudadanía soviética, en 1994. Tuvo allí un recibimiento digno de un héroe, a pesar de lo cual no dejó de ejercer hasta su muerte el pensamiento crítico sobre Rusia.
Regreso a Rusia y últimos trabajos

Sus últimos trabajos son Cómo reorganizar Rusia (1990) y El problema ruso: al final del siglo XX (1992). En 1967 escribió: «No tengo ninguna esperanza en Occidente, y ningún ruso debería tenerla. La excesiva comodidad y prosperidad han debilitado su voluntad y su razón». Proclamaba que Occidente carecía de recursos morales y espirituales para resistirse a su propia decadencia. Dedicó sus últimos años a lo que considera la culminación de su trayectoria, una novela histórica de fondo tolstoiano, La rueda roja, que abarca desde la caída del régimen zarista al ascenso al poder de los bolcheviques. Es una tetralogía compuesta por Agosto de 1914, Octubre de 1916, Marzo de 1917 y Abril de 1917.

En 1983 recibió el Premio Templeton.

En una entrevista publicada últimamente afirma que uno de los principales males de Rusia consiste en carecer de una verdadera e importante administración a nivel local, que pueda fundar una democracia real desde sus cimientos.

En 2006 fue galardonado con el Premio Estatal de la Federación Rusa para la actividad humanística.
Muerte y entierro
Solzhenitsyn murió el 3 de agosto de 2008 a consecuencia de un insuficiencia cardíaca en su residencia de Moscú, según informó su hijo a la prensa.[A la capilla ardiente, instalada en la sede de la Academia de las Ciencias de Rusia, acudieron en masa los moscovitas, para rendirle un último homenaje. Incluso Vladímir Putin rindió homenaje al mayor crítico del régimen estalinista. La tumba del escritor se encuentra en el cementerio del monasterio Donskói de Moscú, un camposanto del siglo XVI donde recibían sepultura en el pasado miembros de la realeza. Solzhenitsin recibirá sepultura al lado de la tumba del famoso historiador ruso Vasili Kliuchevski (1841-1911), como pidió él mismo.

REVOLUCION ISLAMICA

La revolución iraní de 1979 fue el proceso de movilizaciones que desembocó en el derrocamiento del Sha Mohammad Reza Pahlevi y la consiguiente instauración de la República islámica actualmente vigente en Irán. Por ello, suele calificarse a la revolución de islámica, aunque en realidad fue un movimiento amplio y heterogéneo que progresivamente fue siendo hegemonizado por el clero chiita bajo el liderazgo del ayatolá Jomeini.

En 1953, un golpe de Estado derrocó al gobierno democrático de Mohammad Mosaddeq, dando paso a una monarquía a cuya cabeza se colocó uno de los dirigentes del golpe, con el título de emperador o Sha de Irán. Los partidos políticos fueron disueltos y se creó una poderosa policía política. Sin embargo, la monarquía tenía problemas de legitimidad, por lo que intentó apoyarse en el clero chií. El sah puso en marcha la "revolución blanca", empresa de modernización del país apoyada en las rentas del petróleo y en la ayuda de Estados Unidos. Así, se emprendió una reforma agraria, la participación de los asalariados en los beneficios de las empresas, el sufragio femenino, la alfabetización y el intento de creación de una forma de Islam favorable a estas reformas y al régimen.

Sin embargo, las reformas no tienen los efectos anunciados: una gran parte de la población se empobrece cada vez más mientras que la oligarquía dominante se enriquece, todo ello unido a un férreo control político y a un aumento de la represión paralelo al aumento del descontento. El descontento es aprovechado por el clero chií, contrario a algunos aspectos "occidentalizantes" del régimen. El clero se convierte así en el principal adversario de la monarquía, a pesar de que existían organizaciones de oposición laicas como el Partido Tudeh (comunista), el Frente Nacional, de carácter socialdemócrata y urbano, y la extrema izquierda. El clero está bien organizado, con una jerarquía similar a la del clero católico (lo que es propio del islam chií y ajeno al islam mayoritario), y cuenta con el apoyo de buena parte de la población del país, chií en un 80% y en su mayor parte, tradicional, dado que los modos occidentalizantes tanto del régimen como de la oposición laica sólo afectan a la población urbana.

A finales de los años 70 cunde el deseo de cambio de régimen: manifestaciones multitudinarias y represión se suceden. El sah entonces promete emprender reformas políticas, pero el descontento es tan grande que exige su renuncia. Un hombre capitalizará este descontento: se trata del ayatolá Jomeini. Exiliado en el vecino Iraq desde 1964, las tensiones políticas en Irán hacen que el régimen de Bagdad se deshaga de él. Se instala entonces en Francia, donde los medios de comunicación occidentales le convierten en portavoz de la oposición iraní.

Todo intento de sublevación era sofocado por la autoridad del sha. Para ello se basaba en le poder de la SAVAK, un grupo policial que se encargaba de vigilar toda las actividades de la población civil. A ellos se les atribuyen las desapariciones y torturas durante el reinado del sha. En la versión del periodista Ryszard Kapuscinski de la historia, basada en su experiencia como corresponsal, la SAVAK tenía métodos que iban desde quemar los párpados de sus víctimas hasta lanzarlos contra planchas de hierro al rojo vivo para quemarlos. Entre los detenidos se destacaban intelectuales del país. Estos oficiales actuaban como una Policía del pensamiento, siguendo la lectura del periodista polaco, ya que se encargaban de reprimir de tal modo que era inclusive prohibido tocar temas en la calle relacionados con el sha o la dictadura. Esta opresión, sumada con la desproporción social y económica que vivía Irán en la década de los setenta, provocó la caida del último líder de la dinastía Pahlevi.

Según Kapuscinski, la revolución surge en Qom, un pueblo a 150 km al sur de Teherán, de donde el ayatollah Jomeini era originario. Éste había sido un crítico de la gestión del sha Reza, sobre todo, por la pérdida de la moral y los valores islámicos y la intromisión de las potencias occidentales. El suceso que marcó la revuelta se debe a que en el diario Etelat se publicó un artículo atacando a Jomeini: allí se le calificaba de "extranjero" (con toda la connotación que esto traía) por tener abolengos indios. En Qom, salieron a protestar a la plaza del pueblo los indignados coterraneos del ayatollah. Esto provocó que la policía intentara disolver la protesta; éstas estaban prohibidas por el régimen del sha. Sin embargo, los manifestantes se quedaron allí, lo que hizo que los oficiales se subieran a los tejados de las casas circundantes de la plaza y abrieran fuego contra la multitud. El resultado: centenares de muertos. Esto trajo una consternación nacional que hizo que las protestas se repitieran a lo largo de Irán, causando las mismas nefastas consecuencias
para la población civil, es decir, más muertos.

Sin embargo, los levantamientos se fueron haciendo mayores y las protestas crecieron hasta llegar a Teherán. Aunque la policía y los militares trataban de reprimirlos mediante la violencia, no se podían detener. Kapuscinski cuenta que inclusive, los estudiantes llenaban sus cuadernos con la sangre de los manifestantes en señal de advertencia. El ambiente se hizo demasiado tenso entonces para el sha, por lo que dimitió y huyó.

El 16 de enero de 1979 el sah se exilia a Egipto, y el 1 de febrero regresa Jomeini. Bajo su dirección, los islamistas consiguen enseguida hacerse con las riendas de la revolución y reprimir a los demás grupos. El 31 de marzo se hace un referéndum sobre la proclamación de la república islámica, la opción del clero es respaldada, según los datos oficiales, por el 99,9% de la población.

Según el historiador Eric Hobsbawm la Revolución iraní introdujo una novedad en la historia del siglo XX, al ser la primera revolución contemporánea que no tuvo sus raíces en la ilustración europea, como sería el caso de las revoluciones de corte nacionalista, liberal o socialista, herederas más o menos directas de la tradición revolucionaria inaugurada por la Revolución francesa.

El éxito de la revolución iraní inspiraría y patrocinaría la formación de organizaciones yihadistas como Hezbollah en el Líbano.

En el aspecto económico, la Revolución iraní conjugada con la guerra con Irak fue el detonante de la Segunda Crisis del petróleo que se produjo entre 1979 y 1981.

PERIODISTA ASESINADA EN MOSCÚ


Anna Stepánovna Politkóvskaya (en ruso: Анна Степановна Политковская; Nueva York, 30 de agosto de 1958 - Moscú, 7 de octubre de 2006) fue una periodista rusa y activista por los derechos humanos reconocida por su oposición al conflicto checheno y al presidente ruso Vladímir Putin.Politkovskaya se hizo conocida haciendo reportajes sobre Chechenia, donde muchos periodistas y trabajadores humanitarios habían sido secuestrados o asesinados. Fue arrestada y sujeta a una simulación de ejecución por parte de las fuerzas militares rusas. Además, fue envenenada en camino a Beslán, pero sobrevivió y continuó informando. Escribió varios libros tanto sobre las guerras de Chechenia como sobre la Rusia de Putin y recibió numerosos premios internacionales por su trabajo. Murió tiroteada en el ascensor del edificio de su apartamento en Moscú el 7 de octubre de 2006.Politkóvskaya nació en Nueva York en 1958 bajo el nombre de Anna Mazepa, de padres de origen soviético ucraniano que trabajaban como diplomáticos en las Naciones Unidas. Creció en Moscú y estudió periodismo en la Universidad Estatal de Moscú, donde se graduó en 1980. Defendió una tesis sobre la poesía de Marina Tsvetaeva. Politkovskaya era ciudadana tanto de los Estados Unidos como de la Federación Rusa. Su primer trabajo como profesional fue en el periódico Izvestia, donde permaneció desde 1982 hasta 1993. Luego, trabajó como periodista, editora de la sección de emergencias/accidentes y asistente del editor en jefe de la Obshchaya Gazeta, dirigida por Yegor Yakovlev (1994–1999). Desde junio de 1999 hasta el 2006, escribió en las columnas de la versión digital de la Novaya Gazeta, de circulación quincenal. Recibió numerosos premios por sus libros sobre Chechenia, la vida en Rusia,y el régimen del presidente Putin.Precisamente, su obra más reciente fue La Rusia de Putin. Recibió varias amenazas de muerte por su trabajo.Fuera de Rusia, Politkóvskaya recibió una aprobación general por su trabajo en Chechenia,donde visitó frecuentemente hospitales y campos de refugiados para entrevistar a las víctimas.

Dijo sobre sí misma que no era una magistrada investigando, sino alguien que describe la vida de ciudadanos para aquellos que no pueden verla por sí mismos, porque lo que se muestra en televisión y lo que se escribe sobre ello en la abrumadora mayoría de los periódicos es mutilado con ideología.



Politkóvskaya escribió numerosos artículos críticos con la guerra en Chechenia describían abusos cometidos por las fuerzas militares rusas, por rebeldes chechenos y por la administración chechena respaldada por Rusia y dirigida por Akhmad Kadyrov y su hijo Ramzan Kadyrov. Dio testimonio incansablemente de violaciones de los derechos humanos y abusos policiales en Chechenia y en otras regiones rusas del Cáucaso norte en varios libros sobre el tema, incluyendo Una guerra sucia: una reportera rusa en Chechenia y Un pequeño rincón del infierno: crónicas desde Chechenia, que pintaba el cuadro de una guerra brutal en la cual miles de ciudadanos inocentes eran torturados, hechos desaparecer o asesinados a manos de las autoridades chechenas o federales.
Una de sus investigaciones más recientes giraba en torno al supuesto envenenamiento masivo de cientos de niños chechenos por una sustancia química desconocida de acción fuerte y prolongada, por la culpa de la cual estuvieron incapacitados por varios meses.

Escribió un libro La Rusia de Putin: la vida en una democracia fallida, crítico de la presidencia federal de Putin, incluyendo su política durante la Segunda Guerra Chechena. En este libro, también acusó al servicio secreto ruso FSB de reprimir todas las libertades civiles para establecer una dictadura al estilo soviético, pero admitió que "somos nosotros los responsables de las políticas de Putin": "La sociedad ha mostrado una apatía sin límites... Cuando los miembros de la Checa se afianzaron en el poder, les dejamos ver nuestro miedo y, desde entonces, solo se ha intensificado su compulsión por amenazarnos. La KGB solo respeta lo fuerte, devora lo débil. Nosotros por sobre los demás debíamos saber eso." También escribió que

"Nos estamos precipitando al abismo soviético, en un vacío de información que aleja a la muerte de nuestra ignorancia. Todo lo que nos queda es la internet, donde la información todavía está libremente disponible. Para el resto, si quieren ir a trabajar como periodista, es total servilismo a Putin. De lo contrario, puede significar la muerte, bala, veneno o juicio -lo que sea que nuestros servicios especiales, los perros guardianes de Putin, crean adecuado."



"La gente me dice a menudo que soy una pesimista, que no creo en la fortaleza del pueblo ruso, que estoy obsesionada en mi oposición contra Putin y no veo nada más allá de eso," abre un ensayo titulado ¿Tengo miedo?, finalizando con las palabras: "Si alguien piensa que puede estar tranquilo con los pronósticos 'optimistas', déjenlos estarlo. Es ciertamente la forma más fácil, pero es la sentencia de muerte de nuestros nietos."En el año 2007, se publicó "Un Diario Ruso: un recuento final de un periodista de la vida, corrupción y muerte en la Rusia de Putin" redactado a partir de extractos de su cuaderno de notas y otros escrutos, en el cual describe el envenenamiento en el vuelo de Rostov-on-Don camino a Beslan y la situación política que empeoraba en Rusia. Debido a que el pistolero que le disparó dos veces en la cabeza y una tercera vez en el hombro en el ascensor de su departamento-el día del cumpleaños del presidente Vladimir Putin- realizaba el tiro 'mientras se estaba completando la traducción, la edición final debía seguir adelante sin su ayuda,' escribe en una nota el traductor de la versión en inglés Arch Tait. "Quien mató a Anna y quién lo dejó, estaba detrás del asesino y permanece desconocido" escribe el presentador de noticias Jon Snow en el prólogo de la edición inglesa del libro. "Su asesinato nos quitó a muchos de nosotros recursos absolutamente vitales de información y contacto."En varias ocasiones, participó en negociaciones para liberar a rehenes secuestrados, incluyendo la crisis de octubre de 2002 de Osetia del Norte, en la que chechenos secuestraron a los asistentes a un teatro de Moscú. Durante la Masacre de la escuela de Beslán en 2004, fue atendida por un misterioso caso de intoxicación, después de que tomara un té en el vuelo que la llevaría a Beslán para ayudar en las negociaciones con los terroristas chechenos. Enfermó gravemente, perdió el conocimiento y no pudo intervenir en el conflicto. La causa de su enfermedad no pudo ser determinada según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).En Moscú, no era invitada a las conferencias de prensa o a las reuniones a las que podían asistir los oficiales del Kremlin, en caso que se sospechara que los organizadores tuvieran simpatías hacía ella. A pesar de esto, muchos oficiales de la cúpula supuestamente hablaron con ella cuando estaba escribiendo artículos o conduciendo investigaciones --de acuerdo a su propio artículo, ellos hablaron con ella, "pero solo cuando no era probable que fueran observados: al aire libre entre la multitud o en casas a las que se acercaban por rutas diferentes, como espías".También declara que el Kremlin trató de prohibirle el acceso a información y desacreditarla:[En una conferencia por la libertad de prensa organizada por Reporteros Sin Fronteras en Viena, en diciembre de 2005, Politkovskaya dijo: "La gente a veces paga con su vida por decir bien claramente lo que piensa. De hecho, una persona puede incluso ser asesinada por proporcionarme información. No soy la única que está en peligro. Hay ejemplos que prueban lo que digo".A menudo recibió amenazas de muerte debido a su trabajo;incluso siendo amenaza con violación y ejecución luego de ser arrestada por los militares en Chechenia. Los críticos de los artículos de Politkóvskaya la han acusado de tomar partido al centrar sus informaciones en las fuerzas federales rusas, pero lo cierto es que también criticó las tácticas brutales de los rebeldes.Politkóvskaya fue encontrada muerta por una vecina con varios balazos en su cuerpo el sábado 7 de octubre de 2006 en el ascensor del edificio donde vivía en el centro de Moscú

Fuentes policiales informaron que junto al cuerpo se encontraron cuatro balas y una pistola. Las primeras informaciones apuntan a que se trató de un asesinato por encargo, ya que recibió dos disparos, uno de ellos en la cabeza, pero no está claro quién encargó el asesinato. El hecho de que el crimen ocurriera el día del cumpleaños del presidente ruso Vladímir Putin es, en opinión de algunos, significativo. Su asesinato fue investigado por Alexander Litvinenko, ex-espía ruso que vivía en Londres con su familia, que al poco tiempo murió por envenenamiento.

Se la ha otorgado, de manera postuma, en la ciudad de Medellin, Colombia, el premio de la UNESCO "Guillermo Cano" en el marco del Seminario de la Libertad de Prensa por su trabajo en la guerra separatista de Chechenia.
En febrero de 2009 se celebró el juicio contra los presuntos acusados de matar a la periodista, en el cual resultaron absueltos por falta de pruebas.