martes, 31 de marzo de 2009
KENNEDY EN BERLÍN
Dos mil años hace que se hiciera alarde de que se era “Civis Romanus sum”. Hoy en el mundo de la libertad se hace alarde de que “Ich bin ein Berliner”.
Hay mucha gente en el mundo que realmente no comprende o dice que no lo comprende cuál es la gran diferencia entre el mundo libre y el mundo comunista. Decidles que vengan a Berlín.
Hay algunos que dicen que el comunismo es el movimiento del futuro. Decidles que vengan a Berlín.
Hay algunos que dicen en Europa y en otras partes “nosotros podemos trabajar con los comunistas”. Decidles que vengan a Berlín.
Y hay algunos pocos que dicen que es verdad que el comunismo es un sistema diabólico pero que permite un progreso económico. Decidles que vengan a Berlín.
La libertad tiene muchas dificultades y la democracia no es perfecta. Pero nosotros no tenernos que poner un muro para mantener a nuestro pueblo, para prevenir que ellos nos dejen. Quiero decir en nombre de mis ciudadanos que viven a muchas millas de distancia en el otro lado del Atlántico, que a pesar de esta distancia de vosotros, ellos están orgullosos de lo que han hecho por vosotros, desde una distancia en la historia en los últimos 18 años.
No conozco una ciudad, ningún pueblo que haya sido asediado por dieciocho años y que vive con la vitalidad y la fuerza y la esperanza y la determinación de la ciudad de Berlín Occidental.
Mientras el muro es la más obvia y viva demostración del fracaso del sistema comunista, todo el mundo puede ver que no tenemos ninguna satisfacción en ello, para nosotros, como ha dicho el Alcalde, es una ofensa no solo contra la historia, sino también una ofensa contra la humanidad, separando familias, dividiendo maridos y esposas y hermanos y hermanas y dividiendo a la gente que quiere vivir unida.
¿Cuál es la verdad de esta ciudad de Alemania? La paz real en Europa nunca puede estar asegurada mientras a un alemán de cada cuatro se le niega el elemental derecho de ser un hombre libre, y que pueda elegir un camino libre.
En dieciocho años de paz y buena confianza esta generación de alemanes ha percibido el derecho a ser libre, incluyendo el derecho a la unión de sus familias, a la unión de su nación en paz y buena voluntad con todos los pueblos.
Vosotros vivís en una defendida isla de libertad, pero vuestra vida es parte de lo más importante. Permitirme preguntaros a vosotros como yo concluyo, elevando vuestros ojos por encima de los peligros de hoy y las esperanzas de mañana, más allá de la libertad meramente de esta ciudad de Berlín y todos los pueblos de Alemania avanzan hacia la libertad, más allá del muro al día de la paz con justicia, más allá de vosotros o nosotros de toda la humanidad.
La libertad es indivisible y cuando un hombre es esclavizado ¿quién está libre? Cuando todos son libres, ellos pueden mirar a ese día, cuando esta ciudad está reunida y este país y este gran continente de Europa esté en paz y esperanza.
Cuando ese día finalmente llegue y la gente del Berlín Occidental pueda tener una moderada satisfacción en el hecho de que ellos están en la línea del frente casi dos décadas.
Todos los hombres libres, dondequiera que ellos vivan, son ciudadanos de Berlín. Y por lo tanto, como hombres libres, yo con orgullo digo estas palabras “Ich bin ein Berliner”.
Hay mucha gente en el mundo que realmente no comprende o dice que no lo comprende cuál es la gran diferencia entre el mundo libre y el mundo comunista. Decidles que vengan a Berlín.
Hay algunos que dicen que el comunismo es el movimiento del futuro. Decidles que vengan a Berlín.
Hay algunos que dicen en Europa y en otras partes “nosotros podemos trabajar con los comunistas”. Decidles que vengan a Berlín.
Y hay algunos pocos que dicen que es verdad que el comunismo es un sistema diabólico pero que permite un progreso económico. Decidles que vengan a Berlín.
La libertad tiene muchas dificultades y la democracia no es perfecta. Pero nosotros no tenernos que poner un muro para mantener a nuestro pueblo, para prevenir que ellos nos dejen. Quiero decir en nombre de mis ciudadanos que viven a muchas millas de distancia en el otro lado del Atlántico, que a pesar de esta distancia de vosotros, ellos están orgullosos de lo que han hecho por vosotros, desde una distancia en la historia en los últimos 18 años.
No conozco una ciudad, ningún pueblo que haya sido asediado por dieciocho años y que vive con la vitalidad y la fuerza y la esperanza y la determinación de la ciudad de Berlín Occidental.
Mientras el muro es la más obvia y viva demostración del fracaso del sistema comunista, todo el mundo puede ver que no tenemos ninguna satisfacción en ello, para nosotros, como ha dicho el Alcalde, es una ofensa no solo contra la historia, sino también una ofensa contra la humanidad, separando familias, dividiendo maridos y esposas y hermanos y hermanas y dividiendo a la gente que quiere vivir unida.
¿Cuál es la verdad de esta ciudad de Alemania? La paz real en Europa nunca puede estar asegurada mientras a un alemán de cada cuatro se le niega el elemental derecho de ser un hombre libre, y que pueda elegir un camino libre.
En dieciocho años de paz y buena confianza esta generación de alemanes ha percibido el derecho a ser libre, incluyendo el derecho a la unión de sus familias, a la unión de su nación en paz y buena voluntad con todos los pueblos.
Vosotros vivís en una defendida isla de libertad, pero vuestra vida es parte de lo más importante. Permitirme preguntaros a vosotros como yo concluyo, elevando vuestros ojos por encima de los peligros de hoy y las esperanzas de mañana, más allá de la libertad meramente de esta ciudad de Berlín y todos los pueblos de Alemania avanzan hacia la libertad, más allá del muro al día de la paz con justicia, más allá de vosotros o nosotros de toda la humanidad.
La libertad es indivisible y cuando un hombre es esclavizado ¿quién está libre? Cuando todos son libres, ellos pueden mirar a ese día, cuando esta ciudad está reunida y este país y este gran continente de Europa esté en paz y esperanza.
Cuando ese día finalmente llegue y la gente del Berlín Occidental pueda tener una moderada satisfacción en el hecho de que ellos están en la línea del frente casi dos décadas.
Todos los hombres libres, dondequiera que ellos vivan, son ciudadanos de Berlín. Y por lo tanto, como hombres libres, yo con orgullo digo estas palabras “Ich bin ein Berliner”.
PICASSO
Figura excepcional como artista y como hombre, Picasso fue protagonista y creador inimitable de las diversas corrientes que revolucionaron las artes plásticas del siglo XX, desde el cubismo hasta la escultura neofigurativa, del grabado o el aguafuerte a la cerámica artesanal o a la escenografía para ballets. Su obra inmensa en número, en variedad y en talento, se extiende a lo largo de más de setenta y cinco años de actividad creadora, que el pintor compaginó sabiamente con el amor, la política, la amistad y un exultante y contagioso goce de la vida.
Pablo Picasso
Famoso desde la juventud, admirado y solicitado por los célebres y poderosos, fue esencialmente un español sencillo, saludable y generoso, dotado de una formidable capacidad de trabajo, enamorado de los barrios bohemios de París, del sol del Mediterráneo, de los toros, de la gente sencilla y de las mujeres hermosas, afición que cultivó sin desmayo.
Pablo Diego José Ruiz Picasso, conocido luego por su segundo apellido, nació el 25 de octubre de 1881, en el n.º 36 de la plaza de la Merced de Málaga, como primogénito del matrimonio formado por el pintor vasco José Ruiz Blasco y la andaluza María Picasso López. El padre era profesor de dibujo en la Escuela Provincial de Artes y Oficios, conocida como Escuela San Telmo. La primera infancia de Pablo transcurrió entre las dificultades económicas de la familia y una estrecha relación entre padre e hijo, que ambos cultivaban con devoción. El niño era un escolar menos que discreto, bastante perezoso y muy distraído, pero con precoz facilidad para el dibujo, que don José estimulaba.
En 1891 la familia se traslada a La Coruña, en cuyo Instituto da Guarda son requeridos los servicios del padre como profesor. Pablo inicia sus ensayos pictóricos, y tres años más tarde su progenitor y primer maestro le cede sus propios pinceles y caballetes, admirado ante el talento de su hijo. En 1895, Ruiz Blasco obtiene un puesto docente en la Escola d'Arts i Oficis de la Llotja de Barcelona. Pablo resuelve en un día los ejercicios de examen previstos para un mes, y es admitido en la escuela. En 1896, con sólo quince años, instala su primer taller en la calle de la Plata de la Ciudad Condal.
Dos años más tarde, obtiene una mención honorífica en la gran exposición de Madrid por su obra Ciencia y caridad, todavía de un realismo académico, en la que el padre ha servido de modelo para la figura de un médico. La distinción lo estimula a rendir oposición al curso adelantado en la Academia de San Fernando, mientras sus trabajos, influenciados por El Greco y Toulouse-Lautrec, obtienen nuevas medallas en Madrid y Málaga.
En 1898 realiza su primera muestra individual en Els Quatre Gats de Barcelona. Finalmente, en el otoño del año 1900 hace una visita a París para ver la Exposición Universal. Allí vende tres dibujos al marchante Petrus Mañach, quien le ofrece 150 francos mensuales por toda su obra de un año. Pablo es ya un artista profesional, y decide firmar sólo con el apellido materno. En 1901 coedita en Madrid la efímera revista Arte Joven, y en marzo viaja nuevamente a París, donde conoce a Max Jacob y comienza lo que luego se llamará su «período azul». Al año siguiente expone su primera muestra parisiense en la galería de Berthe Weill, y en 1904 decide trasladarse definitivamente a la capital francesa.
Picasso y Miró en el pabellón españolde la Feria Internacional de París (1917)
Picasso se instala en el célebre Bateau-Lavoir, en el número 13 de la calle Ravignan (hoy plaza Hodeau), alojamiento variadamente compartido por artistas sin blanca, entre otros el también español Juan Gris. Allí, Pablo traba amistad con Braque y Apollinaire, y se enamora de Fernanda Olivier. Durante tres años pinta y dibuja sin cesar, rendido a la influencia de Cézanne, mientras elabora con Braque las líneas maestras del cubismo analítico, cuya gran obra experimental, Las señoritas de Aviñón, es pintada por Picasso en 1907.
Pronto sobreviene el asombro y el escándalo ante un estilo deforme que rompe todos los cánones y va ganando nuevos adeptos, al tiempo que su audaz inventor expone en Munich (1909) y en Nueva York (1911). Pablo ha encontrado una nueva compañera en Marcelle Humbert, y siempre seguido por Braque, se lanza a inventar el cubismo sintético, que los acerca al borde de la abstracción (en su extensa y tan variada obra, Picasso jamás llegaría a abandonar la figuración). Poco después, se muda de Montmartre a Montparnasse, y se abren exposiciones suyas en Londres y Barcelona.
En 1914, con la guerra, llegan las tragedias: Braque y Apollinaire son movilizados, y Marcelle muere súbitamente ese otoño. Pablo abandona prácticamente el cubismo, y busca otros caminos artísticos. Los encuentra en 1917, cuando por medio de Jean Cocteau conoce a Diáguilev, que le encarga los decorados del ballet Parade de Eric Satie. El fin de la guerra le trae un nuevo amor, la bailarina Olga Clochlova, y también un nuevo dolor: la muerte de Apollinaire a consecuencia de una grave herida en la cabeza. Se casa con Olga en 1918, y hasta 1925 trabaja en diversos ballets que dan cauce a su evolución pictórica.
Un viejo retrato de su madre, pintado en 1918, le valdrá el millonario premio Carnegie de 1930, que le permite adquirir una suntuosa villa campestre en Boisgelup, y pasarse más de un año viajando por España. Por entonces vuelve a la escultura y mantiene un romance con Teresa Walter, del que nace su primera hija, Maya. La Clochlova inicia un escandaloso juicio para conseguir el divorcio, que el juez se niega a conceder. Despechado, Picasso se enamora de Dora Maar.
Al estallar la Guerra Civil, Picasso apoya con firmeza al bando republicano, y acepta simbólicamente la dirección del museo del Prado, mientras en 1937 pinta el Guernica en París. Dos años después se realiza una gran exposición antológica en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Deprimido por el triunfo de los nacionales y la posterior ocupación de Francia por los nazis, pasa la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial trabajando en su refugio de Royan.
En 1944, se afilia al Partido Comunista Francés y da a conocer 77 nuevas obras en el Salón de Otoño. Después se entusiasma por la litografía y por la joven y hermosa pintora Françoise Guillot, con la que convive hasta 1946. Se inicia así su etapa de Vallauris, en la que trabaja en sus magníficas cerámicas. Con Françoise tendrá dos hijos: Claude, nacido en 1947, y Paloma en 1949.
Pablo Picasso
Famoso desde la juventud, admirado y solicitado por los célebres y poderosos, fue esencialmente un español sencillo, saludable y generoso, dotado de una formidable capacidad de trabajo, enamorado de los barrios bohemios de París, del sol del Mediterráneo, de los toros, de la gente sencilla y de las mujeres hermosas, afición que cultivó sin desmayo.
Pablo Diego José Ruiz Picasso, conocido luego por su segundo apellido, nació el 25 de octubre de 1881, en el n.º 36 de la plaza de la Merced de Málaga, como primogénito del matrimonio formado por el pintor vasco José Ruiz Blasco y la andaluza María Picasso López. El padre era profesor de dibujo en la Escuela Provincial de Artes y Oficios, conocida como Escuela San Telmo. La primera infancia de Pablo transcurrió entre las dificultades económicas de la familia y una estrecha relación entre padre e hijo, que ambos cultivaban con devoción. El niño era un escolar menos que discreto, bastante perezoso y muy distraído, pero con precoz facilidad para el dibujo, que don José estimulaba.
En 1891 la familia se traslada a La Coruña, en cuyo Instituto da Guarda son requeridos los servicios del padre como profesor. Pablo inicia sus ensayos pictóricos, y tres años más tarde su progenitor y primer maestro le cede sus propios pinceles y caballetes, admirado ante el talento de su hijo. En 1895, Ruiz Blasco obtiene un puesto docente en la Escola d'Arts i Oficis de la Llotja de Barcelona. Pablo resuelve en un día los ejercicios de examen previstos para un mes, y es admitido en la escuela. En 1896, con sólo quince años, instala su primer taller en la calle de la Plata de la Ciudad Condal.
Dos años más tarde, obtiene una mención honorífica en la gran exposición de Madrid por su obra Ciencia y caridad, todavía de un realismo académico, en la que el padre ha servido de modelo para la figura de un médico. La distinción lo estimula a rendir oposición al curso adelantado en la Academia de San Fernando, mientras sus trabajos, influenciados por El Greco y Toulouse-Lautrec, obtienen nuevas medallas en Madrid y Málaga.
En 1898 realiza su primera muestra individual en Els Quatre Gats de Barcelona. Finalmente, en el otoño del año 1900 hace una visita a París para ver la Exposición Universal. Allí vende tres dibujos al marchante Petrus Mañach, quien le ofrece 150 francos mensuales por toda su obra de un año. Pablo es ya un artista profesional, y decide firmar sólo con el apellido materno. En 1901 coedita en Madrid la efímera revista Arte Joven, y en marzo viaja nuevamente a París, donde conoce a Max Jacob y comienza lo que luego se llamará su «período azul». Al año siguiente expone su primera muestra parisiense en la galería de Berthe Weill, y en 1904 decide trasladarse definitivamente a la capital francesa.
Picasso y Miró en el pabellón españolde la Feria Internacional de París (1917)
Picasso se instala en el célebre Bateau-Lavoir, en el número 13 de la calle Ravignan (hoy plaza Hodeau), alojamiento variadamente compartido por artistas sin blanca, entre otros el también español Juan Gris. Allí, Pablo traba amistad con Braque y Apollinaire, y se enamora de Fernanda Olivier. Durante tres años pinta y dibuja sin cesar, rendido a la influencia de Cézanne, mientras elabora con Braque las líneas maestras del cubismo analítico, cuya gran obra experimental, Las señoritas de Aviñón, es pintada por Picasso en 1907.
Pronto sobreviene el asombro y el escándalo ante un estilo deforme que rompe todos los cánones y va ganando nuevos adeptos, al tiempo que su audaz inventor expone en Munich (1909) y en Nueva York (1911). Pablo ha encontrado una nueva compañera en Marcelle Humbert, y siempre seguido por Braque, se lanza a inventar el cubismo sintético, que los acerca al borde de la abstracción (en su extensa y tan variada obra, Picasso jamás llegaría a abandonar la figuración). Poco después, se muda de Montmartre a Montparnasse, y se abren exposiciones suyas en Londres y Barcelona.
En 1914, con la guerra, llegan las tragedias: Braque y Apollinaire son movilizados, y Marcelle muere súbitamente ese otoño. Pablo abandona prácticamente el cubismo, y busca otros caminos artísticos. Los encuentra en 1917, cuando por medio de Jean Cocteau conoce a Diáguilev, que le encarga los decorados del ballet Parade de Eric Satie. El fin de la guerra le trae un nuevo amor, la bailarina Olga Clochlova, y también un nuevo dolor: la muerte de Apollinaire a consecuencia de una grave herida en la cabeza. Se casa con Olga en 1918, y hasta 1925 trabaja en diversos ballets que dan cauce a su evolución pictórica.
Un viejo retrato de su madre, pintado en 1918, le valdrá el millonario premio Carnegie de 1930, que le permite adquirir una suntuosa villa campestre en Boisgelup, y pasarse más de un año viajando por España. Por entonces vuelve a la escultura y mantiene un romance con Teresa Walter, del que nace su primera hija, Maya. La Clochlova inicia un escandaloso juicio para conseguir el divorcio, que el juez se niega a conceder. Despechado, Picasso se enamora de Dora Maar.
Al estallar la Guerra Civil, Picasso apoya con firmeza al bando republicano, y acepta simbólicamente la dirección del museo del Prado, mientras en 1937 pinta el Guernica en París. Dos años después se realiza una gran exposición antológica en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Deprimido por el triunfo de los nacionales y la posterior ocupación de Francia por los nazis, pasa la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial trabajando en su refugio de Royan.
En 1944, se afilia al Partido Comunista Francés y da a conocer 77 nuevas obras en el Salón de Otoño. Después se entusiasma por la litografía y por la joven y hermosa pintora Françoise Guillot, con la que convive hasta 1946. Se inicia así su etapa de Vallauris, en la que trabaja en sus magníficas cerámicas. Con Françoise tendrá dos hijos: Claude, nacido en 1947, y Paloma en 1949.
En 1954, el infatigable anciano se fascina por una misteriosa adolescente de delicado perfil y largos cabellos rubios llamada Sylvette D., que acepta posar para él a cambio de uno de los retratos, a su elección. El trato se cumple y su resultado produce algunas de las obras más conocidas y reproducidas del pintor, como el famoso perfil de Sylvette en la butaca verde.
Si la fascinación por la etérea Sylvette había sido platónica, no tuvo el mismo cariz su atracción por Jacqueline Roqué, joven de extraodinaria belleza a la que tomó como compañera en 1957, un año antes de pintar el gigantesco mural para la UNESCO. Fértil milagro del arte y de la vida, Picasso seguirá creando, amando, trabajando y viviendo intensamente hasta morir en 1973. Dejó tras de sí la mayor y más rica obra artística personal de nuestro siglo, y una fabulosa herencia que provocó agrias disputas hasta recaer en un ser de pacífico nombre: Paloma, su hija.
EL MURO DE BERLÍN
El Muro de Berlín (en alemán Berliner Mauer), también denominado "Muro de Contención Antifascista" (antifaschistischer Schutzwall) por la República Democrática Alemana (RDA) y "El Muro de la Vergüenza" por la opinión pública occidental, fue parte de las fronteras intraalemanas desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 y separó a Alemania Occidental de Alemania Oriental hasta ese año.
El muro se extendía por 45 kilómetros que dividían Berlin en dos y 115 kilómetros que separaban Berlín Occidental de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Muchas personas murieron en el infierno de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios
Cuando en 1949 las tres zonas occidentales se convirtieron en la República Federal Alemana (RFA), empezaron en ambos lados los trabajos de reconstrucción y protección de las fronteras. Mediante la formación de los dos estados se llevó a cabo la separación política. Entre la RDA y la RFA se desplegaron por primera vez policías y los soldados fronterizos y más tarde se construyeron barreras, principalmente por parte del bando Oriental. Berlín se encontraba oficialmente dividida en cuatro sectores desmilitarizados, independientes de ambos estados alemanes, aunque en la práctica esta consideración tenía poca importancia – Berlín Occidental se asemejaba en muchos aspectos a un estado federal de la RFA, contando, por ejemplo, con representantes en el Bundestag. Berlín Oriental fue incluso declarado Capital de la RDA.
Con la intensificación de la Guerra Fría, que tras el embargo de productos de alta tecnología COMECON contra el Bloque del Este se tornó en una guerra diplomática y la amenaza militar permanente, se reforzaron las fronteras, particularmente por parte del bando oriental. Las fronteras pasarían con el tiempo de ser una separación entre las dos partes alemanas, a ser parte de la frontera entre la Comunidad Económica Europea (antecesora de la Unión Europea) y el Consejo de Ayuda Mutua Económica (COMECON), entre la OTAN y los miembros del Pacto de Varsovia, y también entre las dos ideologías políticas y los dos bloques económico-culturales que se enfrentaban en la Guerra Fría.
Desde el establecimiento de la RDA se incrementó la emigración en dirección a la RFA. Desde 1952, las fronteras interiores entre la RDA y la RFA se protegieron con vallas y vigilantes: se creó una zona de 5 km en la que sólo se podía entrar con un permiso especial -típicamente sólo para residentes. Cerca de la frontera había otros 500 m de zona prohibida y en la misma frontera una barrera de 10 m.-
Pese a ello, permanecía abierta la frontera entre Berlín Este y Berlín Oeste, difícilmente controlable. Entre 1949 y 1961, unos 3 millones de personas abandonaron la RDA desde Berlín Oriental. Sólo en las dos primeras semanas de agosto de 1961 emigraron 47.533 personas. Además, para muchos polacos y checos, Berlín Occidental se convirtió en la puerta hacia occidente. A menudo se trataba de jóvenes bien formados, lo que constituía una amenaza a la economía de la RDA y, en última instancia, a la población de los países. Aproximadamente 50.000 trabajadores de Berlín Oriental trabajaban y vivían en Berlín Oeste, pero se aprovechaban de las condiciones financieras favorables de Berlín Este, siendo conocidos como Grenzgänger.
El 4 de agosto de 1961 fue decretado por la magistratura de Berlín Este que los Grenzgänger fueran registrados y pagaran el alquiler en marcos de la RFA. Ya antes de la construcción del muro, la Volkspolizei de Berlín Oriental controlaba las calles y los medios de transporte que llevaban a la parte oeste a los llamados refugiados de la República sospechosos y contrabandistas. Además, muchos berlineses occidentales y orientales que trabajaban en Berlín occidental compraban en el mercado negro - con una ventajosa tasa de intercambio para el Marco de Alemania del Este de aproximadamente 1:4 - los relativamente baratos alimentos básicos y los pocos bienes de consumo de lujo de Berlín Este. La economía planificada del sistema del lado oriental fue, en consecuencia, debilitada de esta forma. El muro debía servir a los gobernantes del Bloque del Este como una forma de detener la evasión de los trabajadores y campesinos socialistas mediante el aislamiento.
El plan de la construcción del Muro de Berlín fue un secreto de estado de la administración de la RDA. El muro fue construido a instancias del Partido Socialista Unificado de Alemania —los trabajos se llevaron a cabo bajo la dirección y la vigilancia de la Volkspolizei y de soldados del Ejército Nacional Popular— contra las declaraciones del Presidente del Consejo de Estado Walter Ulbricht, quien, en una conferencia de prensa internacional que tuvo lugar en Berlín Oriental el 15 de junio de 1961, había contestado a una pregunta de la periodista Annamarie Doherr:
Entiendo su pregunta como que hay hombres en Alemania del Oeste que desearían que movilizáramos a los trabajadores de la construcción de la capital de la RDA para erigir un muro. No conozco la existencia de tales motivaciones, pues los obreros de la construcción de la capital emplean todas sus fuerzas principalmente en la construcción de casas. ¡Nadie tiene la motivación de erigir un muro!.
Ulbricht fue, de esa forma, el primero en emplear el concepto muro – dos meses antes de que se construyese.
De hecho, los aliados occidentales fueron informados del acordonamiento de Berlín Oeste por los miembros del plan "Medidas drásticas", pero fueron sorprendidos por el calendario y la amplitud de las barreras. El acceso directo a Berlín Oeste no se cortó, ni fue interrumpido militarmente. El Bundesnachrichtendienst (BND) (servicio secreto de la RFA) ya disponía de información similar desde mediados de julio. Tras la visita de Ulbricht a Jrushchov durante las reuniones de los países miembros del Pacto de Varsovia del 3 al 5 de agosto, el BND informó:
Las informaciones disponibles muestran que el régimen de Pankow trata de obtener el beneplácito de Moscú para poner en vigor medidas rigurosas de bloqueo. En particular el bloqueo de la frontera de Berlín con la interrupción del tráfico de metros y tranvías entre Berlín Este y Berlín Oeste. (...) Queda por dilucidar si Ulbricht será capaz de obtener un acuerdo tal con Moscú.
El 11 de agosto el Volkskammer de la RDA aprobó los resultados del Consejo de Moscú y autorizó al Consejo de Ministros a emprender las medidas correspondientes. El Consejo de Ministros de la RDA decidió el 12 de agosto emplear a las fuerzas armadas para ocupar la frontera de Berlín Oeste y construir el Muro.
El sábado 12 de agosto, el BND recibió la siguiente información: "El 11 de agosto de 1961 ha tenido lugar una conferencia entre el Secretario del Partido Comunista y otros altos funcionaros del partido. Se declaró: (...) la situación del constante incremento del flujo de refugiados hace necesario el acordonamiento de los sectores oeste de Berlín y del SBZ en los próximos días – no se especificó un día exacto –. y no dentro de dos semanas, como estaba planeado."
En la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, sin previo aviso se construyó el muro entero, simplemente quedo sin construir el 13 de agosto una pequeña parte fuertemente vigilada por la policía socialista. empezaron a sellar los accesos a Berlín Oeste soldados del Ejército Nacional Popular, 5.000 miembros de la policía fronteriza Alemana (precursora de las Grenztruppen o tropas fronterizas), 5.000 miembros de la Volkspolizei y 4.500 miembros de las brigadas. Tropas soviéticas se apostaron listas para el posible combate en la frontera aliada. Todos los medios de transporte que aún comunicaban ambos Berlines fueron detenidos. Sin embargo, las líneas S-Bahn y U-Bahn de Berlín Occidental que circulaban bajo Berlín Este siguieron funcionando sin detenerse en las estaciones orientales, que quedaron como estaciones fantasma. Sólo las líneas afectadas de la estación Friedrichstraße permanecieron en servicio, aunque bajo estrictos controles.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.[8]
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.[8]
El gobierno de la RDA alegó que era un «murode protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.[8]
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.[8]
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.El canciller de la RFA, Konrad Adenauer, pidió ese mismo día por la radio calma y prudencia a la población y declaró las medidas que los aliados pensaban tomar. En las primeras dos semanas tras la construcción del muro visitó Berlín Oeste, sólo el alcalde Willy Brandt protestó enérgicamente, aunque finalmente no pudo hacer nada contra el amurallamiento de Berlín Occidental y la división definitiva de la ciudad. Los länders del oeste fundaron ese mismo año en Salzgitter un centro de documentación judicial sobre las violaciones a los derechos humanos perpetradas por la RDA. El 16 de agosto de 1961 Willy Brandt convocó una manifestación que reunió a 300.000 berlineses occidentales junto al Ayuntamiento de Schöneberg.
La reacción de los aliados occidentales ante la construcción del muro fue lenta: pasaron 20 horas hasta la aparición de las fuerzas militares en la frontera; 40 horas hasta que se comunicaron con el comandante soviético de Berlín; 72 horas hasta que protestaron diplomáticamente ante Moscú. Cada vez hubo más rumores de que los soviéticos habían asegurado a los aliados occidentales que no amenazarían sus derechos. La experiencia del bloqueo había mostrado a los aliados que Berlín Oeste estaría constantemente amenazada, así que la construcción del Muro fue una confirmación material del status quo, que se cimentó, en el sentido literal de la palabra. La Unión Soviética abandonó aparentemente su petición de que Berlín Oeste estuviese "libre" de tropas aliadas, que había formulado anteriormente en el Ultimátum de Jrushchov de 1958.
Reacciones internacionales en 1961:
Una solución poco elegante, aunque mil veces preferible a la guerra. John F. Kennedy, Presidente de los Estados Unidos.
Alemania del Este detiene el flujo de refugiados y se atrinchera tras un grueso telón de acero. No se trata de nada ilegal. Harold Macmillan, Primer Ministro británico.
Tras esto, el presidente Kennedy afirmó que Berlín era un "estado libre" y envió unas brigadas de refuerzo de 1.500 hombres a Berlín Oeste. El dirigente de la RDA Walter Ulbricht determinó incluso el control por parte de las Policías Fronteriza y Popular sobre los oficiales y policías aliados, lo que produjo un fuerte rechazo, en particular por parte de los estadounidenses. Finalmente, el comandante de las tropas soviéticas situadas en Berlín debió intervenir con los funcionarios de la RDA para calmar la situación.
El 27 de octubre de 1961 se produjo una confrontación directa y peligrosa entre tropas soviéticas y americanas en el Checkpoint Charlie de la Friedrichstrasse, formando diez carros de combate de cada bando junto a la línea fronteriza. Al día siguiente, ambas tropas de carros de combate fueron retiradas. Ambos bandos temían que el conflicto de Berlín acabase en una guerra atómica.
El muro se extendía por 45 kilómetros que dividían Berlin en dos y 115 kilómetros que separaban Berlín Occidental de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Muchas personas murieron en el infierno de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios
Cuando en 1949 las tres zonas occidentales se convirtieron en la República Federal Alemana (RFA), empezaron en ambos lados los trabajos de reconstrucción y protección de las fronteras. Mediante la formación de los dos estados se llevó a cabo la separación política. Entre la RDA y la RFA se desplegaron por primera vez policías y los soldados fronterizos y más tarde se construyeron barreras, principalmente por parte del bando Oriental. Berlín se encontraba oficialmente dividida en cuatro sectores desmilitarizados, independientes de ambos estados alemanes, aunque en la práctica esta consideración tenía poca importancia – Berlín Occidental se asemejaba en muchos aspectos a un estado federal de la RFA, contando, por ejemplo, con representantes en el Bundestag. Berlín Oriental fue incluso declarado Capital de la RDA.
Con la intensificación de la Guerra Fría, que tras el embargo de productos de alta tecnología COMECON contra el Bloque del Este se tornó en una guerra diplomática y la amenaza militar permanente, se reforzaron las fronteras, particularmente por parte del bando oriental. Las fronteras pasarían con el tiempo de ser una separación entre las dos partes alemanas, a ser parte de la frontera entre la Comunidad Económica Europea (antecesora de la Unión Europea) y el Consejo de Ayuda Mutua Económica (COMECON), entre la OTAN y los miembros del Pacto de Varsovia, y también entre las dos ideologías políticas y los dos bloques económico-culturales que se enfrentaban en la Guerra Fría.
Desde el establecimiento de la RDA se incrementó la emigración en dirección a la RFA. Desde 1952, las fronteras interiores entre la RDA y la RFA se protegieron con vallas y vigilantes: se creó una zona de 5 km en la que sólo se podía entrar con un permiso especial -típicamente sólo para residentes. Cerca de la frontera había otros 500 m de zona prohibida y en la misma frontera una barrera de 10 m.-
Pese a ello, permanecía abierta la frontera entre Berlín Este y Berlín Oeste, difícilmente controlable. Entre 1949 y 1961, unos 3 millones de personas abandonaron la RDA desde Berlín Oriental. Sólo en las dos primeras semanas de agosto de 1961 emigraron 47.533 personas. Además, para muchos polacos y checos, Berlín Occidental se convirtió en la puerta hacia occidente. A menudo se trataba de jóvenes bien formados, lo que constituía una amenaza a la economía de la RDA y, en última instancia, a la población de los países. Aproximadamente 50.000 trabajadores de Berlín Oriental trabajaban y vivían en Berlín Oeste, pero se aprovechaban de las condiciones financieras favorables de Berlín Este, siendo conocidos como Grenzgänger.
El 4 de agosto de 1961 fue decretado por la magistratura de Berlín Este que los Grenzgänger fueran registrados y pagaran el alquiler en marcos de la RFA. Ya antes de la construcción del muro, la Volkspolizei de Berlín Oriental controlaba las calles y los medios de transporte que llevaban a la parte oeste a los llamados refugiados de la República sospechosos y contrabandistas. Además, muchos berlineses occidentales y orientales que trabajaban en Berlín occidental compraban en el mercado negro - con una ventajosa tasa de intercambio para el Marco de Alemania del Este de aproximadamente 1:4 - los relativamente baratos alimentos básicos y los pocos bienes de consumo de lujo de Berlín Este. La economía planificada del sistema del lado oriental fue, en consecuencia, debilitada de esta forma. El muro debía servir a los gobernantes del Bloque del Este como una forma de detener la evasión de los trabajadores y campesinos socialistas mediante el aislamiento.
El plan de la construcción del Muro de Berlín fue un secreto de estado de la administración de la RDA. El muro fue construido a instancias del Partido Socialista Unificado de Alemania —los trabajos se llevaron a cabo bajo la dirección y la vigilancia de la Volkspolizei y de soldados del Ejército Nacional Popular— contra las declaraciones del Presidente del Consejo de Estado Walter Ulbricht, quien, en una conferencia de prensa internacional que tuvo lugar en Berlín Oriental el 15 de junio de 1961, había contestado a una pregunta de la periodista Annamarie Doherr:
Entiendo su pregunta como que hay hombres en Alemania del Oeste que desearían que movilizáramos a los trabajadores de la construcción de la capital de la RDA para erigir un muro. No conozco la existencia de tales motivaciones, pues los obreros de la construcción de la capital emplean todas sus fuerzas principalmente en la construcción de casas. ¡Nadie tiene la motivación de erigir un muro!.
Ulbricht fue, de esa forma, el primero en emplear el concepto muro – dos meses antes de que se construyese.
De hecho, los aliados occidentales fueron informados del acordonamiento de Berlín Oeste por los miembros del plan "Medidas drásticas", pero fueron sorprendidos por el calendario y la amplitud de las barreras. El acceso directo a Berlín Oeste no se cortó, ni fue interrumpido militarmente. El Bundesnachrichtendienst (BND) (servicio secreto de la RFA) ya disponía de información similar desde mediados de julio. Tras la visita de Ulbricht a Jrushchov durante las reuniones de los países miembros del Pacto de Varsovia del 3 al 5 de agosto, el BND informó:
Las informaciones disponibles muestran que el régimen de Pankow trata de obtener el beneplácito de Moscú para poner en vigor medidas rigurosas de bloqueo. En particular el bloqueo de la frontera de Berlín con la interrupción del tráfico de metros y tranvías entre Berlín Este y Berlín Oeste. (...) Queda por dilucidar si Ulbricht será capaz de obtener un acuerdo tal con Moscú.
El 11 de agosto el Volkskammer de la RDA aprobó los resultados del Consejo de Moscú y autorizó al Consejo de Ministros a emprender las medidas correspondientes. El Consejo de Ministros de la RDA decidió el 12 de agosto emplear a las fuerzas armadas para ocupar la frontera de Berlín Oeste y construir el Muro.
El sábado 12 de agosto, el BND recibió la siguiente información: "El 11 de agosto de 1961 ha tenido lugar una conferencia entre el Secretario del Partido Comunista y otros altos funcionaros del partido. Se declaró: (...) la situación del constante incremento del flujo de refugiados hace necesario el acordonamiento de los sectores oeste de Berlín y del SBZ en los próximos días – no se especificó un día exacto –. y no dentro de dos semanas, como estaba planeado."
En la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, sin previo aviso se construyó el muro entero, simplemente quedo sin construir el 13 de agosto una pequeña parte fuertemente vigilada por la policía socialista. empezaron a sellar los accesos a Berlín Oeste soldados del Ejército Nacional Popular, 5.000 miembros de la policía fronteriza Alemana (precursora de las Grenztruppen o tropas fronterizas), 5.000 miembros de la Volkspolizei y 4.500 miembros de las brigadas. Tropas soviéticas se apostaron listas para el posible combate en la frontera aliada. Todos los medios de transporte que aún comunicaban ambos Berlines fueron detenidos. Sin embargo, las líneas S-Bahn y U-Bahn de Berlín Occidental que circulaban bajo Berlín Este siguieron funcionando sin detenerse en las estaciones orientales, que quedaron como estaciones fantasma. Sólo las líneas afectadas de la estación Friedrichstraße permanecieron en servicio, aunque bajo estrictos controles.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.[8]
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.[8]
El gobierno de la RDA alegó que era un «murode protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.[8]
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.[8]
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.
Erich Honecker, como ex-secretario del Comité central, fue responsable de la planificación y realización del Muro en nombre de la dirección del SED. Hasta septiembre de 1961 desertaron 85 hombres de las fuerzas de vigilancia, además de 400 civiles en 216 escapadas. Es significativa la famosa fotografía del joven policía de fronteras Conrad Schumann saltando sobre las alambradas de la Bernauer Straße.
El gobierno de la RDA alegó que era un «muro de protección antifascista» cuyo objetivo era evitar las agresiones occidentales, argumentando que la construcción del muro era consecuencia obligada de la política de Alemania Federal y sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Adicionalmente, se decía desde la Alemania Oriental que ningún muro hubiera sido necesario si Berlín Occidental no fuera una «espina en el costado de la RDA», como lo había definido su alcalde Willy Brandt, en el sentido de que era un exclave de otro Estado inserto en el corazón de Alemania Oriental. Esta visión era compartida por los demás Estados del Pacto de Varsovia, los cuales veían la rivalidad entre ambas Alemanias como un reflejo de la rivalidad entre los dos grandes pactos militares de la época. De todos modos, las autoridades de la RDA también reconocían que entre los objetivos del muro estaba evitar la emigración masiva o fuga de cerebros.
La versión de las autoridades de la RFA y la visión generalizada en el mundo capitalista u Occidente fue que esta justificación no servía más que para matizar el que era, según ellos, el único propósito: impedir que los ciudadanos de la RDA entraran en Berlín Occidental y, por lo tanto, en Alemania Federal.
Los alemanes orientales no controlaban totalmente el tráfico entre el Berlín Occidental y la Alemania Federal y, en este sentido, se argumentó que las defensas del muro estaban diseñadas para funcionar desde el interior de la Alemania Oriental; las pistolas automáticas montadas en el muro eran disparadas al intentar escalarlo desde el interior, las defensas contra vehículos estaban situadas en el lado de Alemania Oriental y el muro de cuarta generación estaba hecho de secciones de hormigón armado con la base más larga en el interior de la RDA.El canciller de la RFA, Konrad Adenauer, pidió ese mismo día por la radio calma y prudencia a la población y declaró las medidas que los aliados pensaban tomar. En las primeras dos semanas tras la construcción del muro visitó Berlín Oeste, sólo el alcalde Willy Brandt protestó enérgicamente, aunque finalmente no pudo hacer nada contra el amurallamiento de Berlín Occidental y la división definitiva de la ciudad. Los länders del oeste fundaron ese mismo año en Salzgitter un centro de documentación judicial sobre las violaciones a los derechos humanos perpetradas por la RDA. El 16 de agosto de 1961 Willy Brandt convocó una manifestación que reunió a 300.000 berlineses occidentales junto al Ayuntamiento de Schöneberg.
La reacción de los aliados occidentales ante la construcción del muro fue lenta: pasaron 20 horas hasta la aparición de las fuerzas militares en la frontera; 40 horas hasta que se comunicaron con el comandante soviético de Berlín; 72 horas hasta que protestaron diplomáticamente ante Moscú. Cada vez hubo más rumores de que los soviéticos habían asegurado a los aliados occidentales que no amenazarían sus derechos. La experiencia del bloqueo había mostrado a los aliados que Berlín Oeste estaría constantemente amenazada, así que la construcción del Muro fue una confirmación material del status quo, que se cimentó, en el sentido literal de la palabra. La Unión Soviética abandonó aparentemente su petición de que Berlín Oeste estuviese "libre" de tropas aliadas, que había formulado anteriormente en el Ultimátum de Jrushchov de 1958.
Reacciones internacionales en 1961:
Una solución poco elegante, aunque mil veces preferible a la guerra. John F. Kennedy, Presidente de los Estados Unidos.
Alemania del Este detiene el flujo de refugiados y se atrinchera tras un grueso telón de acero. No se trata de nada ilegal. Harold Macmillan, Primer Ministro británico.
Tras esto, el presidente Kennedy afirmó que Berlín era un "estado libre" y envió unas brigadas de refuerzo de 1.500 hombres a Berlín Oeste. El dirigente de la RDA Walter Ulbricht determinó incluso el control por parte de las Policías Fronteriza y Popular sobre los oficiales y policías aliados, lo que produjo un fuerte rechazo, en particular por parte de los estadounidenses. Finalmente, el comandante de las tropas soviéticas situadas en Berlín debió intervenir con los funcionarios de la RDA para calmar la situación.
El 27 de octubre de 1961 se produjo una confrontación directa y peligrosa entre tropas soviéticas y americanas en el Checkpoint Charlie de la Friedrichstrasse, formando diez carros de combate de cada bando junto a la línea fronteriza. Al día siguiente, ambas tropas de carros de combate fueron retiradas. Ambos bandos temían que el conflicto de Berlín acabase en una guerra atómica.
CHURCHILL EN CANARIAS
El 24 de febrero de 1959 fondeó en el puerto de Santa Cruz de La Palma, al resguardo del risco de la Concepción, el yate de bandera liberiana Christina, propiedad del magnate griego Aristóteles Onassis. La llegada del barco y de sus ilustres pasajeros había sido anunciada con anterioridad por DIARIO DE AVISOS y despertó una gran expectación, por lo que el día de su llegada el público se congregó en el puerto palmero, para ser testigos directos del acontecimiento.Casi a las tres de la tarde y cuando se encontraba a unas dos millas de la punta del muelle, con la máquina moderada, largó bandera pidiendo práctico y poco después embarcó el capitán José Amaro Carrillo González-Regalado, que desempeñaba la plaza desde abril de 1945. Por razones de seguridad, el yate Christina fondeó en medio de la bahía de Santa Cruz de La Palma, al resguardo del Risco de la Concepción. En una falúa de servicio desembarcaron primero Winston Churchill, apoyado en su ayudante, Edmund Murray, inspector de Scotland Yard; seguido de su esposa, lady Clementine; y tras ellos lo hicieron Aristóteles Onassis, su esposa Tina Livanos, Roberto Arias y la esposa de éste, Margot Fontein, la famosa bailarina.A su llegada acudió a recibirles Manuel Cabrera González, representante de la Casa Cabrera, que fue la consignataria designada por A. Paukner, desde Las Palmas, para ocuparse de la escala del barco. Churchill, con su inseparable puro, saludó a la muchedumbre agitando su sombrero con la mano derecha. Durante su corta estancia en La Palma, el tabaquero Manuel Roque Concepción le regaló una caja de puros, pero el mayor protagonismo se lo llevó Nelson Pestano, apodado "niño bueno", un taxista de grata memoria que aquella mañana puso su coche nuevo a disposición de los ilustres visitantes.Por la carretera general del Sur recorrieron Las Breñas, Villa de Mazo y se detuvieron en Fuencaliente. Churchill no se bajó del coche, pero sus acompañantes sí lo hicieron y dieron un paseo bordeando el cráter del volcán de San Antonio. En Fuencaliente, donde previamente habían sido avisados por la casa consignataria, se les había preparado un agasajo en la bodega cooperativa vinícola. Del recibimiento se ocuparía el maestro nacional Juan Torres, que hablaba inglés, así como otros dos jóvenes fuencalenteros, Raúl Quintana Torres y Eliseo Carballo Pérez, hijos del alcalde y secretario del Ayuntamiento, Emilio Quintana Sánchez y Elías Carballo, respectivamente. Sin embargo, los ilustres visitantes, apretados de tiempo, declinaron el ofrecimiento y regresaron a la capital palmera.En el momento del reembarque, el ayudante de Churchill preguntó a Nelson Pestano el importe de su servicio. El taxista, sin duda emocionado ante el día histórico que había vivido y haciendo gala de la generosidad y hospitalidad del pueblo palmero, declinó cobrar cantidad alguna. Para él había sido un honor llevar en su coche a tan ilustres personajes. La reacción de Churchill no se hizo esperar y ante el asombro de los presentes, que eran muchos los que a esa hora de la tarde estaban congregados en el muelle, Nelson fue obsequiado con una caja de puros y la siguiente rúbrica: "De Churchill a Nelson".Un personaje relevante
Cuando Churchill estuvo en La Palma contaba 84 años. Ha sido, sin duda, el personaje extranjero de mayor relieve histórico que ha visitado la Isla. Había nacido en Blenheim Palace, Oxforshire, el 30 de noviembre de 1874. Tras algunas aventuras, como su participación en la guerra de los Bóers y un expediente académico mediocre, un día decidió dedicarse a la política. En su juventud fue corresponsal de guerra y en 1906 resultó elegido diputado liberal por Manchester y nombrado subsecretario de Estado para las Colonias en el gabinete Campbell-Bannerman. Dos años después renovó el escaño como diputado por Dundee y el primer ministro Asquith le encomendó entonces la cartera de Comercio e Industria. En 1910 accedió al Ministerio del Interior y un año después, al Ministerio de Marina. Como primer lord del Almirantazgo, Churchill desarrolló el armamento naval de la Royal Navy e intervino con entusiasmo en el problema irlandés. A finales de 1915 dimitió del Gobierno, presionado por el desastre de las tropas británicas en los Dardanelos y, con el empleo de teniente coronel, intervino en los campos de Flandes durante la Primera Guerra Mundial. En 1919 fue nombrado ministro de la Guerra y del Aire. En 1921 pasó al ministerio de Colonias y un año después abandonó el Partido Liberal, acusado de debilidad frente al socialismo.Unido a partir de entonces a los conservadores, en 1924 reconquistó su escaño. Obnubilado por la amenaza comunista, fue pasando de su antiguo radicalismo militante al conservadurismo más estricto, lo que le hizo muy popular entre los elementos más reaccionarios del partido.Cuando Gran Bretaña entró en la Segunda Guerra Mundial, marcó la hora decisiva de Winston Churchill. En 1939 volvió a ser nombrado primer lord del Almirantazgo. En mayo de 1940, cuando Neville Chamberlain presentó su dimisión al rey tras el desastre de Noruega, éste llamó a Churchill para que formara un gabinete de unión nacional. Laborales y liberales se unieron y desde la primavera al otoño de 1940, Churchill galvanizó las energías y definió los objetivos nacionales -"la victoria a cualquier precio"- al tiempo que organizaba la resistencia en dos frentes: En Gran Bretaña, contra la ofensiva aérea de la Luftwaffe y las amenazas de invasión; y en África, contra los italianos, al tiempo que estrechó lazos con EE.UU. Aunque los aliados ganaron la guerra, el pueblo británico -tan peculiar en tantas cosas- le dio la espalda y en las elecciones de julio de 1945 otorgó el triunfo a su oponente Atlee. Churchill tenía muchos enemigos en su país y algunas de sus ideas contrarias a mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos le generaron distanciamientos, sobre todo entre aquellos que habían luchado en la guerra. Sin embargo, como el Ave Fénix, Churchill resurgió de sus propias cenizas como el gigante político que era y conquistó el escaño por Woodford, que conservó hasta 1964.Pese a su manifiesta popularidad, no logró la aprobación consensuada del pueblo británico, que no olvidaba que muchas de sus decisiones y actuaciones en ambos conflictos mundiales causaron una gran controversia por la frialdad y el resultado final de sus decisiones. En 1946, al comienzo de la guerra fría, se convirtió en el primer político aliado que acuñó el término "telón de acero" para ilustrar la separación de la Europa del Este de la Europa capitalista. En 1951 Churchill volvió a ser primer ministro, aunque, aquejado de problemas de salud, delegó cada vez más sus obligaciones entre los miembros de su gabinete. En 1952 asistió a la coronación de la Reina Isabel II. En 1953 recibió el Premio Nobel de Literatura por sus memorias de guerra y su trayectoria periodística. En enero de 1955 dimitió de su cargo, sucediéndole su protegido sir Anthony Eden. En 1963, el presidente Kennedy le nombró primer Ciudadano Honorario de los Estados Unidos. Churchill estaba ya muy enfermo, por lo que acudieron su hijo y sus nietos. Aquejado de una trombosis cerebral, falleció el 24 de enero de 1965.
MASACRE DE KATYN
La masacre de Katyn, también conocida como la masacre del bosque de Katyn (del polaco zbrodnia katyńska, literalmente 'crimen de Katyń') , fue la ejecución en masa de ciudadanos polacos (muchos de ellos oficiales del ejército, hechos prisioneros de guerra) por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. En el curso de la masacre, aproximadamente de 15.000 a 22.000 polacos fueron ejecutados en tres lugares de ejecución masiva durante la primavera de 1940.
El descubrimiento de las tumbas masivas por el Wehrmacht (ejército nazi) condujo a la rotura de las relaciones entre el gobierno polaco en exilio (con sede en Londres) y la Unión Soviética. La masacre fue empleada con fines propagandisticos por el régimen nazi, mientras que Stalin culpaba al régimen nazi de la autoría. No fue hasta 1990, bajo el régimen de Mijaíl Gorbachov, cuando se aclaró la responsabilidad de la Unión Soviética. Este hecho influencia hasta ahora las relaciones entre Polonia y Rusia.
En principio la expresión se refiere a la masacre de los oficiales polacos confinados en el campo de prisioneros de guerra de Kozielsk en el bosque de Katyn, cerca del pueblo de Gnezdovo, a poca distancia de Smolensk, en la Unión Soviética. Más recientemente la frase se ha venido asociando a la muerte de aproximadamente 22.000 ciudadanos polacos, prisioneros de guerra de los campos de Kozielsk, Starobielsk y Ostashkov y presos de las cárceles del oeste de Bielorrusia y Ucrania, asesinados por orden de Stalin en el bosque de Katyn y las prisiones de Kalinin, Járkov y otras ciudades soviéticas.
Muchos polacos habían sido hechos prisioneros de guerra tras la invasión y la derrota de Polonia por los Nazis y la Unión Soviética en septiembre de 1939, una semana después de la firma del pacto secreto Pacto Molotov-Ribbentrop o pacto entre Hitler y Stalin. Muchos campos de prisioneros fueron usados para el internamiento de polacos capturados, incluyendo los campos de Ostashkov, Kozielsk y Starobielsk. Los dos últimos fueron usados principalmente para oficiales, mientras que Ostashkov se usó, sobre todo, para exploradores, gendarmes, policías y funcionarios de prisiones.
El 5 de marzo de 1940, de acuerdo con una nota para Stalin preparada por Lavrenty Beria, miembros del politburó soviético - Stalin, Vyacheslav Molotov, Lázar Kaganóvich, Mijaíl Kalinin, Kliment Voroshílov y Beria - firmaron una orden de ejecución de activistas "nacionalistas y contrarevolucionarios" mantenidos en campos y prisiones de la parte oeste ocupada de Ucrania y Bielorrusia. Esto provocó el asesinato de unos 22.000 ciudadanos polacos, incluyendo unos 15.000 prisioneros de guerra. La extensa definición de acusado incluyó un número significativo de miembros de la inteligencia polaca además de policías, reservistas y oficiales militares en activo.
El descubrimiento de la masacre precipitó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre la Unión soviética y el gobierno polaco en el exilio en Londres en 1943. La Unión Soviética negó las acusaciones hasta 1990, cuando la URSS reconocíó que el NKVD fue responsable de la masacre y su encubrimiento.
El 19 de septiembre de 1939, el Comisario de Seguridad del Estado de primer rango, Lavrentri Pavlovich Beria (el comisario popular para asuntos internos) llamó al Consejo del NKVD de la URSS para prisioneros de guerra e internos (dirigido por el Capitán de la Seguridad del Estado, Pyotr K. Sopruneko) y ordenó establecer campos para los prisioneros polacos. Fueron: Jukhnovo (estación de tren de Babynino), Yuzhe (Talitsy), Kozelsk, Kizelshchyna, Oranki, Ostashkov (Isla Stolbny en el lago Seliger, cerca de Ostashkov), Putyvli (estación de Tetkino), Starobielsk, Vologod (estación de Zaenikevo) y el campo de Gryazovets.
En el período entre el 3 de abril al 19 de mayo de 1940, alrededor de 22.000 prisioneros de guerra y prisioneros comunes fueron asesinados. Cerca de 6.000 prisioneros de guerra del campo de Ostashkov, sobre 4.000 del campo de Starobielsk, 4.500 del campo de Kozielsk, y 7.000 prisioneros de la parte oesta de Bielorrusia y Ucrania.
Solo 395 prisioneros fueron salvados de la matanza. Fueron tomados de los campos de Yuknov y llevados a Gryazovets. Fueron los únicos que escaparon de la muerte.
Si bien los alemanes negaron conocer sobre esta masacre hasta 1943, un informe británico de la Oficina de Relaciones Exteriores de la post-guerra llega a sugerir que la masacre fue realizada por sugerencia o bajo complicidad alemana.
Hasta el 99% de los prisioneros restantes fueron subsecuentemente asesinados. Las personas de Kozielsk fueron asesinadas en el lugar habitual de ejecuciones en masa de Smolensko, llamado el bosque de Katyn. Las de Starobielsk fueron asesinadas dentro de la prisión del NKVD de Járkov y los cuerpos fueron enterrados cerca de Pyatikhatki; y los oficiales de policía de Ostashkov fueron asesinados en la prisión del NKVD de Kalinin (Tver) y enterrados en Miednoje.
Durante la vista de Dimitrii S. Tokarev, anterior jefe de la Junta del Distrito del NKVD en Kalinin, se ofreció información detallada acerca de las ejecuciones en la prisión del NKVD de Kalinin.
De acuerdo con Tokarev, los fusilamientos empezaban por la tarde y terminaban al amanecer. El primer transporte, el 4 de abril de 1940, trajo 390 personas, y los verdugos se encontraron con un trabajo duro por tener que matar a tantas personas en una sola noche. Los siguientes transportes no llevaron más de 250 personas. Las ejecuciones fueron realizadas con pistolas tipo Walther de fabricación alemana y suministradas por Moscú.
Las ejecuciones fueron metódicas. Después de revisar la información personal del condenado, éste era esposado y llevado a una celda aislada. Los sonidos de las ejecuciones eran enmascarados con máquinas ruidosas (tal vez ventiladores) durante la noche. Tras ser metido en la celda, la víctima era inmediatamente disparada en la nuca. Su cuerpo era sacado por la puerta de enfrente y depositado en uno de los cinco o seis vagones que esperaban, de donde era cogido el siguiente condenado. El procedimiento se desarrollaba cada noche, excepto en la fiesta del 1 de mayo.
Cerca de Smolensk, los polacos, con sus manos atadas a la espalda, eran conducidos a las fosas y disparados en la nuca.
Andrzej Wajda, director y cineasta polaco que ya cuenta con 82 años, cree que su película Katyn sobre la masacre en los bosques de Smolensk será su última obra. Obra que está nominada para el Oscar a la mejor film extranjero en 2008.
La película aborda un serio episodio de la historia polaca del siglo XX, pero relacionado con su propia historia familiar, ya que su padre, capitán del 72º regimiento de infantería, fue uno de los 22.500 polacos, civiles y militares, que fueron asesinados por las tropas soviéticas en el bosque de Katyn, una pequeña localidad cercana a Smolensk.
Andrzej Wajda dice: "Yo quería relatar una historia sobre algo que experimenté, sobre mi padre y mi madre. Todo ocurrió en una época que recuerdo aún: tenía 13 años cuando comenzó la guerra".
Hacer un film sobre Katyn habría sido imposible en la época comunista, ya que la imagen de los soviéticos estaba asociada a la liberación. "...Sobre esa mentira reposaba la sumisión de Polonia a Moscú", dice Wajda. Contar esa doble historia, la de la mentira y los crímenes, que llevó a 42 años de padecimientos de los familiares de las víctimas; era un deber moral consigo mismo y con su país.
FEDERICO GARCÍA LORCA
Las Misiones Pedagógicas fueron un proyecto educativo español creado en el seno del Museo Pedagógico Nacional y de la Segunda República Española e inspirado en la filosofía de la Institución Libre de Enseñanza, dieron comienzo en 1931 y finalizaron con el comienzo de la guerra civil en 1936.
El 29 de mayo de 1931 se creó por Decreto el Patronato de Misiones Pedagógicas con el encargo de «difundir la cultura general, la moderna orientación docente y la educación ciudadana en aldeas, villas y lugares, con especial atención a los intereses espirituales de la población rural». Dependía del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes y estaba dirigido por una Comisión Central, cuya sede se encontraba en el Museo Pedagógico.
Este Museo, que había comenzado a funcionar en 1884 como centro de investigación, muy vinculado -tanto por sus colaboradores como por su tarea- con la Institución Libre de Enseñanza, se convirtió en pieza fundamental del proceso de renovación de la enseñanza pública que culminaría en los años de la Segunda República. Ya en 1881 Francisco Gines había propuesto una serie de medidas para la reforma de la institución pública que incluia la idea de las Misiones, Gines proponía la creación de unas Misiones Ambulantes que incluian los servicios que luego ofrecerían las Misiones Pedagógicas, servico de biblioteca, el museo del pueblo, el cine, el coro y el teatro del pueblo, sección de música y retablo de fantoches.
Entre los días 17 y 25 de diciembre de 1931 se realizaró la primera de las Misiones Pedagógicas en la localidad segoviana de Ayllón.
El Patronato de las Misiones Pedagógicas estuvo presidido por Manuel Bartolomé Cossío y la Comisión Central estaba formada, entre otros, por el Director del Museo Pedagógico (que actuaba como Vicepresidente), Rodolfo Llopis, Marcelino Pascua, Antonio Machado, Pedro Salinas, Óscar Esplá, Ángel Llorca y Luis Álvarez Santullano (que ejercía de Secretario)...
Debido a la situación de España con respecto a otros países europeos en materia de educación, la cual contaba con una mayoría de analfabetismo del 44´3% localizada principalmente en el ámbito rural con escasos medios y miseria, se crean y desarrollan en la 2ª República proclamada tras la derrota electoral de los partidos monárquicos en las elecciones municipales de Abril de 1931, las misiones pedagógicas, las cuales antes de estallar la Guerra Civil desaparecen. Estas misiones fueron creadas por el presidente Niceto Alcalá-Zamora y Marcelino Domingo, Ministro de Instrucción Pública y de Bellas Artes a través del Decreto del 29 de Mayo de 1931, con el fin de "difundir la cultura general, la moderna orientación docente en lugares rurales, villas y aldeas".
Fue un tiempo donde por primera vez en nuestro país la cultura se entendió como un bien común y no como algo reservado para las clases privilegiadas. Los verdaderos protagonistas de estas misiones fueron los ciudadanos de los pueblos y aldeas donde llegaron, además de los que colaboraron en ellas como maestros, intelectuales, pintores, etc.
HISTORIA
España estaba sumida en una situación de bajo nivel de educación con respecto a otros países, por ello se crea el 18 de Abril de 1900 el Ministerio de Instrucción Pública y de Bellas Artes. El proyecto pronto desaparece debido a la gran demanda social presentada. tras desaparecer el Ministerio de Instrucción Pública y de Bellas Artes, se crea en 1907 la Junta para fomentar la educación nacional cuya finalidad estaba en dirigir y organizar instituciones complementarias de la escuela, las clases de adultos, las misiones y conferencias pedagógicas.
La junta estaba formada por: José Canalejas, Eduardo Dato, Carlos Mª Cortazo, Melquiades Álvarez entre otros. La creación de la Junta estuvo respaldada por la Institución Libre de Enseñanza y el Museo Pedagógico Nacional. La constante sucesión de partidos políticos provocó que el proyecto de la Junta no se llevara a cabo. El conservador Faustino Rodríguez San Pedro crea la Junta Central de Primera Enseñanza el 18 de Noviembre de 1907 por Real Decreto que recoge o desempeña las funciones del anterior, y le seguirían sucesivas disposiciones legislativas que iban surgiendo.
Para despertar en los maestros más distinguidos sentimientos de respeto y amor a la cultura se organizan unas fiestas con la colaboración de los delegados regios y Juntas Locales que se crean en el Real Decreto del 20 de Diciembre de 1907 por medio de las Juntas provinciales de Instrucción Pública. Las actividades que se desarrollaban en las Juntas Locales eran las siguientes: atender a las misiones pedagógicas, fomentar la creación y desarrollo de museos escolares y bibliotecas públicas, organizar conferencias para adultos con la intervención de personas competentes, fomentar cajas escolares, asociaciones protectoras de la infancia, colonias de vacaciones y todas aquellas instituciones que pudieran competer con la difusión de la enseñanza primaria y darle un carácter de solemnidad a la fiesta escolar, el cual queda recogido en el Real Decreto del 7 de Febrero de 1908.
La Junta Provincial de Instrucción Pública de Valencia solicita a la diputación una cuantía de 500 pesetas para cubrir los gastos de desplazamiento que les suponía a los maestros para ir a las zonas rurales para mejorar sus costumbres e incentivarles las ventajas de la enseñanza, debido al rechazo de algunos pueblos. Dicha propuesta fue presentada por el Inspector Patiño el 27 de Febrero de 1912.
Las reformas legislativas presentadas pretendían la colaboración de todas las personas amantes de la enseñanza para fomentarla y llevarla a la práctica. Todo esto se debatió en el Congreso Nacional Pedagógico de Valencia del 12 al 16 de Julio de 1909.
La proclamación de la 2ª República el 14 de Abril de 1931 dio por finalizada toda propuesta que en años anteriores habían desempeñado las Misiones Pedagógicas y la comisión para fomentar la enseñanza y llevar por España un curso de perfeccionamiento ambulante.
A causa de los continuos cambios políticos y las precarias situaciones presupuestarias no pudo llegar a convertirse en realidad sino lo contrario, en vez de dar soluciones, creaba confusión. A consecuencia de todo esto el presupuesto de la Instrucción Pública era deficiente por lo que llevaba a bajos sueldos, edificios ruinosos, mobiliario anticuado e insuficiente y escaso material escolar.
Las Misiones Pedagógicas republicanas como su propio nombre indica se crearon a comienzos de la 2ª República el 14 de Abril de 1931, día de su proclamación. Estuvo presidida por Niceto Alcalá-Zamora y Marcelino Domingo Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, en Decreto de 29 de Mayo de 1931. La comisión central era la encargada de desarrollar los trabajos a realizar:
A) Fomentar la cultura general mediante bibliotecas populares, organización de lecturas, sesiones cinematográficas para conocer otros pueblos, sesiones musicales de coros y orquestas, audiciones por radio, exposiciones de arte con museos circulantes. B) Orientación pedagógica con visitas a escuelas para conocer su situación con la posterior celebración de una semana o quincena pedagógica y cursillos para maestros, en los cuales les muestran o enseñan cómo dar clases a los niños y los materiales de los que disponen. C) Cultura ciudadana, se celebraban reuniones con principios democráticos de los pueblos modernos para revisar la estructura del estado y sus poderes. La Comisión Central y la Comisión Provincial debían estar formadas por personas cualificadas en la enseñanza y fuera de ella. Los gastos de los servicios y material correrían a cargo del Ministerio de Instrucción Pública.
Manuel Bartolomé Cossío fue nombrado Presidente del Patronato, Luis Álvarez Santullano Secretario y como vocales personajes tan importantes como Antonio Machado, Pedro Salinas, Amparo Cebrián y Mª Luisa Navarro entre otros, en la Orden del 6 de Agosto de 1931.
El objetivo de las Misiones Pedagógicas era llevar a todas las zonas rurales y aldeas aquello que se desarrollaba en las ciudades, para que disfrutaran de ello como españoles que formaban también parte de la sociedad. Las Misiones Pedagógicas no nacieron de forma espontánea, sino que fueron fruto de una serie de iniciativas. En su origen es obligado destacar el influjo de la Escuela Nueva, fundada en 1910, creada en 1876 por Francisco Giner de los Ríos y promovida por una burguesía culta y progresista. Esta última supuso una profunda renovación de la pedagogía en España. La Institución Libre de Enseñanza, cuyo objetivo era la transformación de España a través de la educación, tuvo una gran influencia en la sociedad española, siendo el germen de otras instituciones de carácter pedagógico que tan profunda huella han dejado en nuestra historia reciente.
Para la asignación de una misión a una determinada localidad, era necesario que ésta realizase una propuesta acompañada de un informe que recogiera datos sobre la geografía, economía, distribución de la población, situación cultural y escolar, ambiente social, comunicaciones, itinerario posible y cualquier otra peculiaridad de la comarca que pudiera ser útil para la organización de la futura misión. Aunque el principio no fue muy prometedor, a los pocos meses las solicitudes se dispararon y se hizo imprescindible una rigurosa selección, primando a los pueblos más pequeños y aislados. Las misiones no tenían una duración fija, ésta oscilaba entre uno y quince días, dependiendo de las actividades programadas en cada lugar y del itinerario pendiente. El equipo misionero, encargado de llevar a cabo las actividades, disponía de proyectores, gramófonos, escenarios de sencillo y rápido montaje, y lotes de libros y discos, para ofrecer: proyecciones de películas educativas o de recreo; representaciones teatrales, musicales o corales; conferencias seguidas de coloquios; charlas sobre temas instructivos, profesionales, sanitarios y de educación cívica… etc. Una vez terminada la visita, se entregaba al maestro una pequeña biblioteca para instalar en la escuela y, en ocasiones, un gramófono con un pequeño lote de discos. Estas modestas bibliotecas, pese a ubicarse normalmente en las escuelas, estaban dirigidas al conjunto de la población para despertar su afición por la lectura y elevar su nivel cultural. Éste era el único servicio que permanecía, una vez que la misión marchaba a otro lugar.
Las Misiones Pedagógicas centraron su interés en la educación de los adultos más marginados, suministrándoles los medios necesarios para su reincorporación y mejora educativa. Pero ello sólo es posible a través de la lectura, por tanto, su mayor esfuerzo estuvo dedicado a la creación de pequeñas bibliotecas en el medio rural, que permitiesen que el libro llegase a los rincones más apartados de nuestro país.
El Ministerio de Instrucción Pública mostró una gran preocupación por la biblioteca, al atribuirle mayor eficacia aún que a la escuela para el desarrollo cultural de las personas, como certifica, poco después de la creación del Patronato de Misiones Pedagógicas, la aprobación del Decreto de 7 de agosto de 1931, que establecía la obligatoriedad para todas las escuelas primarias de contar con una biblioteca abierta y gratuita, tanto para el niño como para el adulto, bajo la tutela del maestro.
La administración de la biblioteca correspondía al Consejo Local de Primera Enseñanza, que redactaría un reglamento, aprobaría su presupuesto, organizaría lecturas públicas y conferencias, y celebraría fiestas y colectas. También tramitaría el intercambio de libros con otras bibliotecas y propondría al inspector de primera enseñanza las nuevas adquisiciones. A su vez, los inspectores, en sus visitas por las escuelas, debían de informar sobre el estado de las bibliotecas.
El Servicio de Bibliotecas, coordinado por el poeta Luis Cernuda y los bibliotecarios María Moliner y Juan Vicens de la Llave, fue el más importante de los siete que tenía el Patronato, pues a él estuvo destinado casi el 60 % del presupuesto del mismo en sus tres primeros años de andadura, esfuerzo económico que permitió la creación, en junio de 1936, de 5.522 bibliotecas. El ritmo de creación de bibliotecas no fue siempre el mismo, pues tras el gran impulso de los primeros años, los recortes presupuestarios que los gobiernos conservadores llevaron a cabo desde 1935, a los que Américo Castro califica de dinamiteros de la cultura, disminuyeron la marcha del periodo anterior. A pesar de la desaceleración de su etapa final, las Misiones Pedagógicas fueron capaces de establecer una biblioteca en el 11í3% del total de escuelas primarias existente en España, en tan sólo cinco años de vida.
Las bibliotecas se instalaron en localidades menores de 5.000 habitantes, donde residía más del 40% de la población española, y preferentemente en aldeas de 50, 100 y 200 personas. Se trataba de pequeños núcleos mal comunicados con los municipios a los que pertenecían, y en los que no se contaba con ningún medio de acceso a la cultura. Aunque el Patronato intentó que la distribución de bibliotecas entre las distintas provincias resultase equilibrada, no fue posible debido al desigual número de peticiones y a que en algunas provincias había muy pocas localidades con menos de 5.000 habitantes, mientras que en otras sólo la capital de la provincia superaba este número. De esta forma es comprensible que en provincias como Oviedo, León, Pontevedra, Huesca, Soria y Salamanca se crearan más de 150 bibliotecas, y sin embargo en Córdoba, Sevilla, Cádiz, Huelva, Guipúzcoa, Álava, Teruel y Ciudad Real no se llegase a las 50. Cada biblioteca recibía una caja que contenía una colección de 100 volúmenes de sólida encuadernación, acompañados de talonarios para el préstamo, fi chas especiales para la estadística, hojas de papel para forrar los libros y registros con indicaciones para el cuidado de los libros. Dichas colecciones podían organizarse:
• Lecturas para adultos: se trataba de obras de literatura española y universal pero también incluía tratado estamentales sobre ciencia, técnica, sanidad, historia,….. • Lecturas para niños: estas eran de menores dimensiones y compuestos en su mayoría por cuentos esto es, de adaptaciones de grandes obras de literatura, libros de aventuras y obras de consulta.
Aunque la biblioteca se instalaba en la escuela, bajo la vigilancia del maestro, no se trataba de una biblioteca escolar, ya que los lotes de libros eran fruto de una concienzuda selección a cargo del Patronato, que iba ampliando la colección en función de los gustos o peticiones de los lectores de aquella época.
Las bibliotecas populares, particularmente las de Cataluña y Madrid por sus fondos y número de lectores, constituyeron un claro precedente de lo que serían las bibliotecas creadas por las Misiones Pedagógicas. La Biblioteca Popular Circulante de Castropol, fundada en 1922, llegó a contar con quince sucursales diseminadas por su comarca, desarrollando un amplio programa de extensión cultural (teatro popular, folklore local, conferencias, proyecciones cinematográficas, publicación de boletines, exposiciones...).
La Biblioteca, estaba a disposición de los niños durante todo el día y como complemento de la docencia, durante la jornada laboral. Una vez terminada la jornada laboral, se abrían las puertas de la Biblioteca para el resto de la vecindad, pudiendo consultar obras o disponer de los libros en casa a forma de préstamo. La acogida de las Bibliotecas fue excelente, recogiendo una suma de lectores que ascendía entre 1931 y 1933 a 269.325.Todo ello sin tener en cuenta los libros prestados en forma de préstamo que eran leídos por toda la familia pese que estadísticamente fueran contabilizados en forma de préstamo. En definitiva se alcanzó un buen auge de la Bibliotecas, a pesar de los intereses de algunas autoridades civiles, miembros de partidos conservadores o curas rurales.
Debemos hacer un pequeño paréntesis para destacar la labor brillantísima al frente de la Delegación las Misiones Pedagógicas en Valencia por María Moliner, la cual fue considerada la mejor lexicógrafa de todos los tiempos y autora del mejor plan de organización de Bibliotecas de España. María Moliner tenía el objetivo de ensayar una organización bibliotecaria, extensible a otras regiones, en las que las bibliotecas rurales quedasen relacionadas con una biblioteca central que coordinase su funcionamiento y cuya red aspirase a que cualquier lector en cualquier lugar pueda obtener cualquier libro que le interesases esta experiencia sería fundamental para la posterior redacción del ambicioso Proyecto de Bases de un Plan de Organización General de Bibliotecas del Estado.
Los misioneros gracias a su entrega e ilusión significaron el principal motor de las misiones pedagógicas. Estos eran desde maestros, profesores, artistas, jóvenes lectores, hasta personalidades de primera fila, como nuestra gran filósofa María Zambrano, Alejandro Casona, José Val de Omar, Ramón Gayao o Carmen Conde.
En los años 30 hubo un auge acreciento de Bibliotecas en España, motivado en su mayoría por la apertura a experiencias de países más desarrollados. La investigación erudita intentaría resolver los principales problemas de las bibliotecas Españolas; el atraso con respecto a países de nuestro entorno, le escasa y deficiente formación profesional, y la necesidad de una renovación y ampliación de la misión de los bibliotecarios.
A pesar de todo la principal preocupación existente de los profesionales españoles era el desarrollo de las bibliotecas públicas y la mejora del acceso al libro particularmente en las zonas rurales. Por aquella época se demandaba el aumento de las dotaciones económicas necesarias para la creación de modernas bibliotecas y la renovación de las obsoletas colecciones bibliográficas. A estas carencias hay que añadir el escaso número de bibliotecarios profesionales lo que obligó a que la extensión de la lectura pública fuese realizada por personal no bibliotecario.
El Patronato de Misiones Pedagógicas encomendó la gestión de las bibliotecas rurales en su mayoría a maestros y en ciertas circunstancias a personas de instrucción. Labor que presentaban formación técnica. El maestro en cada biblioteca realizaba la gestión de catálogos de libros, llevaba la contabilidad, el registro de los libros prestados y un informe al final del año, el cual indicaba el movimiento de la biblioteca y la situación de caja. Todo ello, sin recibir ninguna retribución a cambio.
LA MÚSICA:
La música se añade en todos los programas, tanto de adultos como de niños. Con el canto gregoriano y la lírica regional española se incluyen obras de Bach, Beethoven, Schubert, Mozart, Haendel etc. La música preferida es la zarzuela y la popular regional. Los niños escuchan la música en la escuela, mientras que los adultos la escuchan por las noches y días festivos. Algunos maestros se desplazaban a los pueblos de al lado para dar sesiones de música a los vecinos ya que desconocen las existencia del gramófono.
En algunos pueblos se deja un gramófono y una colección de discos que se va renovando de tiempo en tiempo.
CINE Y PROYECCIONES FIJAS:
En la mayoría de los pueblos, el cine impresiona ya que al ver imágenes, las personas sentían fuertes emociones. Para las proyecciones fijas, se disponía de un epidiáscopo, un episcopio, y dos proyectores de diapositivas. En algunos al no haber electricidad se utilizaban transformadores, acumuladores etc.
Las diapositivas son artísticos, históricos, geográficos etc con cuadros de Van Gogh, Fra Angélico, Van Dyck, Rubens, Velázquez..etc. Se encuentran en total 2395 proyecciones cinematográficas.
CORO Y TEATRO DEL PUEBLO
Es un teatro “elemental, ambulante, de fácil montaje, sobrio de fondos y de ropajes” el cual se representa al aire libre delante de todos los espectadores. Son un total de cincuenta actores, entre chicos y chicas. Las escuelas o el ayuntamiento les sirve de vestuario, mientras se desplazan utilizan el autobús. Suelen actuar los domingos, días festivos… Cada representación es anunciada con carteles y su llegada son recibidos con gran entusiasmo y alegría.
Se seleccionan piezas como: una “Égloga” de Juan del Encina; “La Carátula. El Convidado y Las Aceitunas” de Lope de Rueda; “Los Alcaldes del Daganzo y el Juez de los Divorcios” de Cervantes; y “ El Dragoncillo” de Calderón de la Barca. Entre unas y otras se cantan romances, cantigas etc. Al final se reparten copias de romances como: “El Conde Olinos”; “La Loba Parda”; “El Pastor Desesperado”; “La Condesita” y “Misa de Amor”. Hasta 1933 se recorrieron 115 pueblos de Madrid, Avila, Segovia, Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Guadalajara. La primera actuación fue en un pueblo de Toledo en 1932.
A las Misiones pedagógicas respondieron proyectos de teatro itinerante como el Teatro del Pueblo, dirigido por Alejandro Casona, contemporáneo a los de la compañía de teatro universitario La Barraca de Federico García Lorca y el de Museo circulante.
Otros intelecturales también participarían en las Misiones como Miguel Hernández, Antonio Oliver, María Zambrano, Ramón Gaya o Carmen Conde.
MUSEO CIRCULANTE
Con el Museo, se intenta acercar al pueblo por medio de copias de obras realizadas por grandes pintores, algunas de ellas, hasta en tamaño parecido a las originales.
Se cuentan con dos colecciones circulantes: La primera colección, está integrada por catorce copias de cuadros del Museo del Prado. La segunda colección, está formada por grabados de Goya, copias de museos de cuadros del Museo del Prado y Academia de San Fernando y Museo Cerralbo.
Los cuadros protegidos son transportados en un camión y colocados en pueblos donde ya se ha anunciado con carteles. Dos o tres misioneros preparan el local para la exposición, mientras dura la exposición se hace una breve explicación del autor de la obra, se explican las características de esta y se contestan a preguntas o dudas que tengan las personas que las observan.
La exposición la intentan poner cuando sean fiestas o ferias locales, con duración de una semana. Por la mañana se visita el Museo y por la noche las personas iban a ver proyecciones luminosas de otros cuadros, con lo que aprenden más de cultura. A los asistentes se les regala unas fotografías de los cuadros en fototipia o huecograbado.
EL RETABLO DE FANTOCHES (GUIÑOL)
El Guiñol, vino a cubrir la dificultad del Coro y Teatro para moverse por lugares lejanos y de comunicación complicada. El primer Guiñol se dio en un pueblecito de Coruña, divirtiendo a niños y adultos. En dos tardes y en pésimas condiciones, los misioneros construyen los fantoches y el artilugio con recortes de papel.
El segundo Guiñol se realizó en León con mejor material y con más tiempo. Los fantoches consiguieron materiales como papel, pasta, yeso y cola, y en pocos días dispusieron con dieciocho cabezas.
Otro Guiñol se consigue con la ayuda de una costurera y un carpintero en pueblos leoneses y castellanos. Los argumentos de las farsas son realizados por los misioneros que pretenden “despertar en el pueblo emociones regocijadas y primitivas, pero también fecundas, dignas y limpias”. La primera farsa para el Guiñol fue: “El dragón y su paloma”.
CURSOS PARA MAESTROS
Por falta de personal directivo se hacen dos cursos para dar cumplimiento a la legislación.El primer curso se realiza en San Martín (Madrid) en 1932. Asisten cuatro maestros y tres maestras. Cada sesión empieza a las 9 de la mañana y terminan a diferentes horas de la tarde o noche. Los temas son Literatura y Geografía. Hay participación de maestros y prácticas sobre educación moral y cívica. El curso estuvo a cargo de Modesto Medina y Alejandro Rodríguez.
El Segundo curso se da en el Centro de Colaboración Pedagógica de Puente Pelayo (Segovia) en 1933. Vienen diez maestros y diez maestras. Las prácticas fueron de diferentes materias, en sesiones de mañana y tarde, contando con la participación de los niños. Cuentan con: Dolores Ballesteros, López Velasco, Pablo de A. Cobos, Gutiérrez Moreno y Vicente Valls
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